viernes, 27 de junio de 2008

EL LADRILLAZO

Un joven y exitoso ejecutivo paseaba a toda velocidad en su auto Jaguar último modelo, con precaución de no toparse con un chico cruzando la calle sin mirar, y al bajar la velocidad; sintió un estruendoso golpe en la puerta, y al bajarse vio que un ladrillo le había estropeado la pintura, carrocería y vidrio de la puerta de su lujoso auto.
Trancó los frenos, dio un brusco giro de 180 grados; y regresó a toda velocidad a donde vio salir el ladrillo que acababa de desgraciar lo hermoso que lucía su exótico auto.
Salió del auto de un brinco y agarró por los brazos a un chiquillo, y empujándolo hacia un auto estacionado; le gritó a toda voz: ¿Qué rayos fue eso?
¿Quién eres tu? ¿Qué crees que haces con mi auto? Y enfurecido casi botando humo, continuó gritándole al chiquillo: !Es un auto nuevo, y ese ladrillo que lanzaste va a costarte caro! ¿Por qué hiciste eso?
“Por favor, Señor, por favor. Lo siento mucho! no sé que hacer”, suplicó el chiquillo.” Le lancé el ladrillo porque nadie se detenía lágrimas bajaban por sus mejillas hasta el suelo, mientras señalaba hacia alrededor del auto estacionado.
“Es mi hermano”, le dijo. Se descarriló su sillón de ruedas y se cayó al suelo y no puedo levantarlo”. Sollozando, el chiquillo le preguntó al ejecutivo: “Puede usted, por favor; ayudarme a sentarlo en su silla? Está golpeado, y pesa mucho para mí solito”. Soy pequeño.
Visiblemente impactado por las palabras del chiquillo, el ejecutivo tragó grueso el taco que se le formó en su garganta.
Indescriptiblemente emocionado por lo que acababa de pasarle, levantó al joven del suelo y lo sentó en su silla nuevamente sacando su pañuelo de seda para limpiar un poco las cortaduras y el sucio de sobre las heridas del hermano de aquel chiquillo especial. Luego de verificar que se encontraba bien, miró; y el chiquillo le dio las gracias con una sonrisa que no tiene posibilidad de describir nadie… “DIOS lo bendiga, señor…y muchas gracias” le dijo.
El hombre vio como se alejaba el chiquillo empujando trabajosamente la pesada silla de ruedas de su hermano, hasta llegar a su humilde casita.
El ejecutivo no reparó la puerta del auto, manteniendo la hendidura que le hizo el ladrillazo; para recordarle el no ir por la vida tan de prisa que alguien tenga que lanzarle un ladrillo para que preste atención.
DIOS nos susurra en el alma y en el corazón a traves de su Espíritu Santo.Hay veces que tiene que lanzarnos un ladrillo a ver si le prestamos atención.
Escoge: Escucha el susurro… o el ladrillazo.

ES TODO POR EL

Lectura: Colosenses 1:13-20
. . . todo ha sido creado por medio de Él y para Él. --Colosenses 1:16.
Es una frase corta de sólo dos palabras al final de Colosenses 1:16: «Para Él». No obstante, esa frasecita da la interpretación de Dios de la historia. En esas dos palabras Él afirma que Jesús es la explicación final y completa de todo.
Todo lo que ha sucedido y sucederá se mueve en el tiempo hacia la hora culminante en que toda lengua confesará el señorío de Jesucristo. Toda rodilla se doblará ante Él, ya sea en agradecida adoración o bajo compulsión (Filipenses 2:10-11).
El historiador británico H.A.L.
Fisher aparentemente no compartía esa opinión. Tristemente confesó: «Hombres más sabios e instruidos que yo han descubierto en la historia una conspiración, un ritmo y un patrón predeterminados. Estas armonías están ocultas para mí. Yo sólo veo una emergencia tras otra como las olas se siguen una a la otra . . . nada más que el juego de lo contingente e imprevisible.»
¿Y tú? ¿Te sientes abrumado por lo que parece ser una secuencia de acontecimientos sin objetivo? Si es así, mira una vez más a Jesús: su vida, muerte, resurrección y prometido regreso. Tu corazón perturbado se llenará de esperanza y confianza a medida que te des cuenta de que todo en este mundo tiene significación y propósito: «para Él».
CRISTO MOSTRÓ SU AMOR MURIENDO POR NOSOTROS; NOSOTROS MOSTRAMOS NUESTRO AMOR VIVIENDO PARA ÉL.