lunes, 29 de diciembre de 2008

PASTOR FALIN

Aquí esta nuestro Pastor falin, que ayer estuvo con nosotros por la misericordia de Dios porque estaba hospitalizado y para las fiestas navideñas pudo estar aquí, yo se que la familia estaría muy feliz, pero la iglesia también estaba muy feliz por su presencia.

PASTORES FALIN Y ELENA

Aquí tenemos a nuestro pastor Falin junto a su esposa y Pastora Elena los dos estaban muy felices solo había que mirarles a la cara para darse cuenta.

HOY..EL BUEN PASTOR CONFORTARA MI ALMA

Confortará mi alma; Guiárame por sendas de justicia por amor de su nombre. Salmo 23:3
Muchas veces en el caminar de mi existencia por las circunstancias que me han rodeado he perdido el camino, el gozo, la tranquilidad y el sonido de su voz. Y entonces he comenzado a sentir la soledad y la angustia. En esos momentos he sido sorprendido por la forma tierna, dulce y amorosa que el Buen Pastor ha tratado con mi alma. El Buen Pastor me ha confortado con su mano. La palabra confortar en el Antiguo testamento tiene el significado de “Traer de regreso al camino”. Si, el Buen Pastor me ha traído de regreso a su camino y de esa forma ha confortado mi alma.
Hoy, recuerdo este pasaje y mi corazón salta de gozo, porque lo he experimentado en múltiples ocasiones. Se por experiencia propia que el Señor es mi dulce Pastor. No solamente es mi dulce pastor pero también es mi restaurador y mi confortador. El me guía siempre por sendas de justicia por amor de su nombre. Cuando extravío el camino, él llega con ternura y me hace regresar al camino de él. En ese regreso experimento los momentos más tiernos de su presencia y la seguridad más profunda de que jamás mi vida se perderá, porque en sus manos yo estoy seguro y plenamente satisfecho.
Las dificultades se pueden multiplicar hoy a lo largo del camino que tengo que recorrer. Las dudas pueden agolparse como multitud de personas para angustiarme. Los dolores se pueden asomar sigilosamente por entre los arbustos para acecharme. Las debilidades pueden proliferar como alimañas destinadas a hacerme perder el equilibrio , pero por encima de todo puedo ver la figura esbelta, segura y firme de mi Buen Pastor, quién con su mano extendida y su sonrisa amorosa me dice….No temas…estoy contigo. Yo no te dejaré,.
Gracias Señor por ser mi restaurador. Cuando yo pierdo el camino, la paz y el gozo tú llegas a mi con tu mano restauradora. Mi alma tiene gozo porque tu eres mi restaurador. Tú, oh Buen Pastor me guías por sendas de justicia. Hoy quiero vivir esta verdad y transitar por el sendero de la verdad de tu fortalecimiento. Nada hay que pueda hacerme retroceder en el camino de la verdad por donde tú me guías. Nada hay que me haga temblar de angustias, porque en medio de la oscuridad puedo acudir a ti y encontrar en ti, la paz de tu presencia. Enséñame hoy a seguir por tu senda sin perder el gozo y la paz de espíritu que en ti puedo encontrar. Amén.

LISTA DE REGALOS

La mayoría de personas confecciona una “lista de regalos” para Navidad, pero la verdadera cristiandad se caracteriza por dar en forma continua y de corazón. Haga de cada día un día para dar un regalo.
Analice algunas cosas que puede incluir en su lista de regalos:
Escriba la tan retrasada nota a un amigo.
Abrace a alguien y susúrrele: Te quiero.
Siéntese en el piso y juegue con un niño.
Salga a caminar con un amigo.
Apague el televisor y converse con su familia.
Invite a alguien a tomar un helado.
Saque la basura sin que se lo pidan.
Visite a un anciano.
Ofrézcase a cuidar el bebé de una madre agotada.
Elogie un rasgo que admira en un compañero de trabajo.
Envíe una donación a algún centro de caridad de su elección.
Cocine un pastel para un vecino confinado en su casa.
Escriba una nota de agradecimiento a la maestra de su hijo.
Llame a un familiar que viva en otro estado.
Ore por los pastores de su iglesia.
Organice una cena con velas para su esposa.
¡Estas formas de dar jamás cambian ni pasan de moda!
Uno no puede mostrar una bondad demasiado pronto porque uno nunca sabe cuán pronto será demasiado tarde.
Hebreos 3:13Mientras dure ese “hoy” anímense unos a otros cada día.

ALIMENTO PARA NUESTRA ALMA

Lectura: Salmos 19:7-14
Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón. —Jeremías 15:16
Salir a hacer la compra con mi esposa, Martie, es como asistir a un seminario sobre nutrición. A menudo cojo una caja de algo que tiene buen aspecto, y ella dice: «Mira la etiqueta, ¿tiene grasas no saturadas? ¿cuántas calorías tiene? ¿y qué del índice de colesterol?» Tengo que confesar que, si ella no fuera como el policía de nutrición en mi vida, ¡yo estaría como la ballena Willy!
Más importante que hacer buenas elecciones en la tienda de comestibles es pensar cuidadosamente acerca de la comida que digerimos para nuestra alma. Me encanta el versículo que dice: «Fueron halladas tus palabras, y yo las comí» (Jeremías 15:16).
Cuando leemos la Palabra de Dios, tenemos que hacer algo más que tacharlo de nuestra lista de cosas por hacer. Tenemos que leerla para digerirla. La absorción lenta y seria de la Palabra de Dios con una reflexión en silencio sobre sus implicaciones es altamente nutritiva. Sus Palabras proveen todos los ingredientes que necesitamos para desarrollarnos espiritualmente:
• Una conexión directa con el Sustentador de nuestra alma.
• Alimento para el cerebro que nos hace sabios y nos da discernimiento.
• Un chequeo diario que revela la condición de nuestros corazones.
• Medicina preventiva que nos impide pecar.
• Una ducha espiritual de paz, esperanza y consuelo.
Come la Palabra de Dios. ¡Es una fiesta espiritual!
La Biblia contiene todos los nutrientes para un alma saludable.

A BATALLAS DE AMOR, CAMPO DE PLUMAS

Ningún vestigio tan inconsolable
como el que deja un cuerpo
entre las sábanas
y más
cuando la lasitud de la memoria
ocupa un espacio mayor
del que razonablemente le corresponde.

Linda el amanecer con la almohada
y algo jadea cerca, acaso un último
estertor adherido
a la carne, la otra vez adversaria
emanación del tedio estacionándose
entre los utensilios volubles
de la noche.
Despierta, ya es de día, mira
los restos del naufragio
bruscamente esparcidos
en la vidriosa linde del insomnio.

Sólo es un pacto a veces, una tregua
ungida de sudor, la extenuante
reconstrucción del sitio
donde estuvo asediado el taciturno
material del deseo.
Rastros
hostiles reptan entre un cúmulo
de trofeos y escorias, amortiguan
la inerme acometida de los cuerpos.

A batallas de amor campo de plumas.

RAKU

Unos amigos nos regalaron una pieza de alfarería Raku. La etiqueta explicaba: «Cada una de las piezas está formada a mano, un proceso que permite que el espíritu del artista hable por medio de la obra acabada de una manera particularmente directa e íntima.»

Una vez que el barro ha sido formado por el alfarero, se coloca al fuego en un horno. Luego, cuando está al rojo vivo, la pieza es echada en una pila de aserrín que arde sin llama adonde permanece hasta que está terminada. El resultado es un producto singular: «único en su clase», insiste en decir la etiqueta de nuestra pieza.

Lo mismo sucede con nosotros. Llevamos la marca de la mano del Alfarero. Él también ha hablado por medio de su obra «de una manera particularmente directa e íntima». Cada uno de nosotros está formado de una manera singular para una obra singular: «Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas» (Efesios 2:10).

Sin embargo, aunque somos creados para buenas obras, todavía no estamos acabados. Debemos pasar por el horno de aflicción. Los corazones que sufren, los espíritus agobiados y los cuerpos que envejecen son los procesos que usa Dios para acabar la obra que Él ha comenzado.

No temas el horno que te rodea. Persevera en el sufrimiento y espera el producto acabado.

Santiago 1:4
Y que la paciencia ha de tener su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada.

Romanos 12:12
Gozándoos en la esperanza, perseverando en el sufrimiento…

Filipenses 1:6
El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionariá…