Tras la tormenta el arco iris,
Y tras la oscuridad, la luz;
Tras la amargura, la alegría
Que a los creyentes da Jesús.
Tras el invierno, primavera;
Tras el combate rudo, paz;
Tras triste valle, excelsa cumbre;
Tras cautiverio, libertad.
Tras cuanto vemos, Dios el Padre,
Su amor que nunca faltará;
Tras este mundo, el cielo a donde
Jesús nos ha de trasladar.
Alegre canto el alma eleva
Pues tras el velo Cristo está
Sosteniendo a la fe de Su nombre,
Y he de mirar Su hermosa faz.
Ernesto Barocio
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