Lectura: 1 Pedro 3:8-12
"Sed todos de un mismo sentir, compasivos" 1 Pedro 3:8
Científicos informáticos británicos y estadounidenses han creado un material artístico que cambia según cómo se sienta el que lo esté mirando. El programa por computadora analiza la posición y la forma de la boca, el ángulo de las cejas, cuán abiertos están los ojos, y otras cinco características faciales para determinar el estado emocional del espectador. El material artístico luego se altera, basándose en el estado de humor del que lo está mirando. Si se ve gozo en el rostro, el material artístico aparecerá con colores brillantes. Si hay un ceño fruncido, la imagen se volverá oscura y sombría.Nuestros estados de humor también pueden afectar a las personas a nuestro alrededor -nuestra familia, amigos, compañeros de trabajo y conocidos. Nuestra vida toca a personas, ya sea para bien o para mal. Por supuesto, cada persona es responsable de su propia reacción ante nosotros. Sin embargo, la manera en que nos comportamos marca una diferencia en las vidas de los demás.El apóstol Pedro nos alentó a tener compasión por los demás a amar, a ser de un mismo sentir y compasivos, y no devolver mal por mal sino más bien a bendecir (1 Pedro 3:8-9). Puede que sea difícil seguir sus instrucciones en esos días en que nos sentimos malhumorados. Pero, en la medida que dependamos del Espíritu Santo, podemos tener un impacto positivo sobre todos los que conozcamos -incluso aunque nos limitemos a sonreír o escuchar.Pintemos hoy nuestro mundo con colores brillantes.
Un corazón al que la gracia ha toca lleva el gozo al rostro.
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