lunes, 30 de marzo de 2009

PENSAMIENTOS


Tú prosperas, Padre Santo
Mi vida, cuando en silencio
Me arrodillo en tu presencia,
Y viendo en mí tu paciencia
Puedo ver tu amor eterno.

Tú bendices esta vida
Que rescataste del cieno,
Cuando con manos vacías
Vengo a ti todos los días,
Para verte, Dios del Cielo.

Tú me llenas de alegría,
Cuando acoges en tu seno,
A un hijo tuyo que un día
Le diste tu luz, tu guía
Llevándole a tu sendero.

Pero si ocurre algún día
Que me aparte del camino,
Que tu mano poderosa
Y tu voz tan amorosa,
Me haga ver que tu Hijo vino....

No solo por mis pecados
A sufrir el vituperio,
Soportando los escarnios
Las burlas y los agravios
Y todo lo hizo en silencio.

No solo a morir por mí,
Sino a que sienta el deseo
De predicar con pasión
Tu ternura y tu perdón
Y presentarles el Cielo.

A aquellos que no conocen
Esa sangre salvadora,
Esas manos horadadas
Y esas espinas clavadas

Por darles vida Gloriosa.
Por eso, bendice Padre
Y prospera mi camino,
Quiero andar en tus senderos
No salirme nunca de ellos,
Y poder ser bendecido.

Porque me amaste, ¡mi Padre!
¡¡ De tal manera lo hiciste!!
Que me enseñaste el Calvario
Su cuerpo lleno de escarnio
Y con amor me dijiste:

Porque te amo inmensamente.
Di por mí lo más preciado,
Para que lleves mi nombre
Y enseñes a todo hombre
La Cruz del Hijo, ¡¡mi amado!!

Autor: Antonio Torres Villén

No hay comentarios: