lunes, 17 de noviembre de 2008

EL DINERO

¿Qué es el dinero?, ¿te has puesto a pensar en ello alguna vez?, olvidémonos de la definición que da el diccionario, piensa ahora ¿qué es el dinero?. No son más que piezas de metal y de papel que nos sirven para comprar.

Estéticamente hablando, no son necesariamente piezas hermosas, sin embargo, difícilmente hay persona en esta tierra que no desee poseerlo, y no importa cuanto llegue a tener, siempre se quiere más y más y más.

Y algo muy curioso, es el hecho que no importa cuanto dinero llegues a tener, éste nunca te será suficiente, somos insaciables, pues el dinero que recibe el más pobre no le alcanza, como tampoco le alcanza al más rico. Mientras el pobre se lamenta por no tener dinero para pagar su pasaje en el autobús, el rico se lamenta porque el mantenimiento de su jett privado cada día le resulta más caro.

Imagina cuan fuerte es la influencia del dinero, que hay gente que mata por obtenerlo, se corrompe y prostituye. Naciones enteras a lo largo de la historia han peleado por el dinero. El dinero da poder a quien lo tiene, es por ello que la gente común día a día lo desea más.

Jesucristo recomendó: No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan (Mateo 6:19), ¿significa esto que no debemos desear tener más dinero para satisfacer nuestras necesidades?; definitivamente, no es ese el significado de esta recomendación, lo que sucede es que hay, quienes tienen como único fin hacer dinero, pasando por alto lo realmente importante de la vida, sacrificando a su familia y a ellos mismos, a quienes el Señor Jesús les dice: “Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios”. (Lucas 12:15-21).

Recuerdo un hombre muy rico, que siempre vivió de forma miserable, tratando siempre que las personas a su alrededor no supieran de su riqueza y para lo cual vivía como pobre, en pocas palabras, jamás disfrutó su dinero y finalmente murió. ¿De que le sirvió su fortuna?. “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas” (Mateo 6:24).

El dinero, es un medio creado por el hombre, y debe ser usado con sabiduría. Finalmente no somos más que simples administradores de los bienes de Dios, pues cuando muramos no nos llevaremos absolutamente nada, así que la mejor forma de ganar el dinero es hacerlo de forma honrada: “Pero os rogamos, hermanos, que abundéis en ello más y más; y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, a fin de que os conduzcáis honradamente para con los de afuera, y no tengáis necesidad de nada.” (1 Tesalonisences4:10b-12).

El dinero debe disfrutarse bajo una buena administración, cubriendo en principio las necesidades básicas, alimento, vestuario, salud y vivienda. En lo posible considerar la diversión y el ahorro. Una buena mayordomía del dinero exige destinar la parte correspondiente al diezmo y a la ofrenda.

El dinero nunca podrá darte la felicidad que Dios ofrece, y por su lado Dios si puede darte los medios para obtener el dinero suficiente para vivir. Piensa en esto y no le des más valor al dinero que a las cosas espirituales que alimentan tu alma y fortalecen tu espíritu delante de Dios.

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