jueves, 31 de julio de 2008

LAS TINIEBLAS

El claro sol sus rayos oscurece;
en el Templo se rompe el claro velo
hiere una piedra en otra con gran duelo;
la tierra con angustia se estremece.

Desmaya el día; la tiniebla crece;
de tristeza se cubre el ancho cielo.
Reina en todos piedad y desconsuelo
por su Hacedor inmenso que padece.

Aprende, ¡oh pecador! el sentimiento
debido a esta pasión, pues es causado
tal dolor por tu ciego atrevimiento.

Ablanda con llorar tu pecho helado;
mira en la cruz al Salvador sangriento
que te ha con su muerte libertado.

Gutiérrez de Cetina
(1520-1557 ?)

No hay comentarios: