Lectura: 1 Corintios 12:12-27
Mas así formó Dios el cuerpo, dando mayor honra a la parte que carecía de ella. --1 Corintios 12:24.
Una pareja de Washington, D.C. invitó a sus amigos a llevar el cambio suelto a una fiesta para beneficiar un fondo caritativo. De lo que la gente tenía en la casa en cajas, frascos de galletas, bolsas plásticas y unos cuantos calcetines viejos, llevaron monedas que hicieron un total de 1.500 dólares.
Pocas personas tienen más de 30 dólares en cambio en la casa, pero se estima que los estadounidenses juntos tienen una suma de 7.700 millones de dólares en cambio suelto tirado por ahí. Y los investigadores dicen que lo mismo es típico en muchos otros países del mundo.
Para mí es una fabulosa ilustración de la riqueza colectiva y la valía de la familia de todos los creyentes en Jesucristo. La Biblia a menudo se refiere a la Iglesia como «el cuerpo de Cristo», y dice que «todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo» (1 Corintios 12:12).
Por tanto, toda persona es esencial y valiosa como parte del todo. Solos, puede que nos sintamos insignificantes, innecesarios y de poco valor, como si fuéramos mucho cambio suelto. Pero como partes individuales que conforman el todo, cada uno de nosotros es necesario (vv.15-22).
Todas las personas son únicas, pero como cristianos, también somos partes indispensables del cuerpo de Cristo y de mayor valor de lo que nos imaginamos.
EN EL CUERPO DE CRISTO NO HAY MIEMBROS QUE NO SEAN IMPORTANTES.
Mas así formó Dios el cuerpo, dando mayor honra a la parte que carecía de ella. --1 Corintios 12:24.
Una pareja de Washington, D.C. invitó a sus amigos a llevar el cambio suelto a una fiesta para beneficiar un fondo caritativo. De lo que la gente tenía en la casa en cajas, frascos de galletas, bolsas plásticas y unos cuantos calcetines viejos, llevaron monedas que hicieron un total de 1.500 dólares.
Pocas personas tienen más de 30 dólares en cambio en la casa, pero se estima que los estadounidenses juntos tienen una suma de 7.700 millones de dólares en cambio suelto tirado por ahí. Y los investigadores dicen que lo mismo es típico en muchos otros países del mundo.
Para mí es una fabulosa ilustración de la riqueza colectiva y la valía de la familia de todos los creyentes en Jesucristo. La Biblia a menudo se refiere a la Iglesia como «el cuerpo de Cristo», y dice que «todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo» (1 Corintios 12:12).
Por tanto, toda persona es esencial y valiosa como parte del todo. Solos, puede que nos sintamos insignificantes, innecesarios y de poco valor, como si fuéramos mucho cambio suelto. Pero como partes individuales que conforman el todo, cada uno de nosotros es necesario (vv.15-22).
Todas las personas son únicas, pero como cristianos, también somos partes indispensables del cuerpo de Cristo y de mayor valor de lo que nos imaginamos.
EN EL CUERPO DE CRISTO NO HAY MIEMBROS QUE NO SEAN IMPORTANTES.
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