sábado, 19 de junio de 2010

CENTAVOS COMUNES Y CORRIENTES

Lectura: Marcos 12:41-44.
"[Jesús les dijo:] De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos..." Marcos 12:43
En 1987, Mike Hayes, un estudiante de primer año de la Universidad de Illinois, encontró una manera única de financiar su educación. Convenció a un popular columnista del diario The Chicago Tribune para que les pidiera a sus lectores que "envíen un centavo para Mike".
"Tan sólo un centavo -dijo Hayes-. Un centavo no significa nada para nadie. Si alguien [...] busca por su habitación en este momento, habrá un centavo debajo del cojín del sofá [...] o en el suelo. Eso es todo lo que pido. Un centavo de cada uno de sus lectores".
En menos de un mes el fondo llegó a 2.3 millones de centavos. Las donaciones llegaban de todos los Estados Unidos, así como también de éxico, Canadá y las Bahamas. ¡Al final, Mike terminó con 28,000 dólares!.
El centavo común y corriente por sí sólo no vale mucho, a menos que se añada a muchos otros centavos. La mujer de la que leemos en Marcos 12 dio el equivalente a una fracción de centavo, lo cual era "todo lo que tenía" (v. 44). Pero Jesús honró ese poquito.
El sacrificio de la viuda fue un ejemplo y un motivo de aliento para los discípulos... y también para nosotros. Ella dio todo lo que tenía. ¿Alguna vez hemos sido así de generosos? Jesús usó a una viuda anónima para enseñarnos de qué se trata el dar.
Fue menos de un centavo, pero fue un regalo de amor invalorable a Dios.
Dios ve el corazón, no la mano; al que da, no lo que da.

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