Lectura: Romanos 12:9-21.
"Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran" Romanos 12:15
El mes que viene va a ser muy difícil para muchas personas que siguen dando tumbos a consecuencia de la pérdida de algún ser querido este último año. El dolor atroz causado por la ausencia de alguien a quien se ama puede empañar las reuniones por las fiestas e incluso debilitar el deseo de celebrar el nacimiento de Jesús.
La poetisa Ann Weems ha escrito:
Algunos de nosotros
al Adviento llegamos
A nuestro ayer no resuelto encadenados,
El dolor todavía apuñalándonos
El sufrimiento todavía aguijoneándonos.
No es que ya no lo sepamos;
Sino que simplemente ya no podemos
Por nuestra cuenta levantarnos.
Y ahora que a Belén caminamos,
¿nos echarás una mano?
En Romanos 12:9-21 Pablo ofrece maneras de expresar un cristianismo práctico en nuestras relaciones. Pareciera que estamos especialmente necesitados en esta época del año: «Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran» (v. 15). Podemos «echar una mano» a los amigos y familiares que lloran y entender su sufrimiento sin esperar que «lo superen» a tiempo para celebrar las fiestas. Podemos mencionar con libertad el nombre de la persona cuya muerte ha traído tal desolación y luego compartir un recuerdo querido que se tenga de ella. Podemos estar callados, escuchar y orar por la ayuda de Dios.
Sólo Dios puede sanar las profundas heridas del corazón, pero nosotros podemos echar una mano
Nadie es lo suficientemente fuerte como para llevar sus cargas solo.
"Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran" Romanos 12:15
El mes que viene va a ser muy difícil para muchas personas que siguen dando tumbos a consecuencia de la pérdida de algún ser querido este último año. El dolor atroz causado por la ausencia de alguien a quien se ama puede empañar las reuniones por las fiestas e incluso debilitar el deseo de celebrar el nacimiento de Jesús.
La poetisa Ann Weems ha escrito:
Algunos de nosotros
al Adviento llegamos
A nuestro ayer no resuelto encadenados,
El dolor todavía apuñalándonos
El sufrimiento todavía aguijoneándonos.
No es que ya no lo sepamos;
Sino que simplemente ya no podemos
Por nuestra cuenta levantarnos.
Y ahora que a Belén caminamos,
¿nos echarás una mano?
En Romanos 12:9-21 Pablo ofrece maneras de expresar un cristianismo práctico en nuestras relaciones. Pareciera que estamos especialmente necesitados en esta época del año: «Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran» (v. 15). Podemos «echar una mano» a los amigos y familiares que lloran y entender su sufrimiento sin esperar que «lo superen» a tiempo para celebrar las fiestas. Podemos mencionar con libertad el nombre de la persona cuya muerte ha traído tal desolación y luego compartir un recuerdo querido que se tenga de ella. Podemos estar callados, escuchar y orar por la ayuda de Dios.
Sólo Dios puede sanar las profundas heridas del corazón, pero nosotros podemos echar una mano
Nadie es lo suficientemente fuerte como para llevar sus cargas solo.
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