domingo, 29 de marzo de 2009

LA ORDEN ESTA DADA

Es mandato de Dios que lleves el evangelio al mundo. Cada cristiano tiene la tarea de llevar la Palabra. Pienso que cuando nos encomendamos a cumplir con esto, tenemos que vencer muchos obstáculos; cada uno tiene el suyo en particular.La Biblia te dice que debes hablar lo que Dios ha hecho en tu vida: «Venid, oíd todos los que teméis a Dios, y contaré lo que ha hecho a mi alma» (Salmos 66.16). «Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti» (Marcos 5.19).Muchas veces se te olvida que fue un proceso para ti reconocer la necesidad que tenías de Jesucristo. Es probable que para ellos lo sea también. A veces te sientes mal porque tienes a alguien que se niega a creer y a aceptar a Cristo como su Salvador personal. Es lógico que desees que las personas que están más cerca de tu corazón lleguen también a la Luz. Debes siempre tener tu vista fija en que solo eres el instrumento y que Dios es el que hace la obra.Te imaginas lo difícil que será para Dios encontrase esperando que cada hombre y cada mujer se decida a aceptarlo. Como sufre un padre cuando su hijo está perdido, Dios sufre por cada ser humano, al que ama y por el que dio a su Hijo. Esta misma carga la debes llevar por todos, no sólo por tus familiares y amigos sino por toda la humanidad que anda sin esperanza y sin Dios. Debes con tu vida mostrarles a todos que Cristo está vivo en ti y que también lo puede estar en sus vidas (Isaías 38.19; Salmos 51.13).Ama a tu familia y a todas las personas que están en el mundo sin Dios. Ora por las que necesitan refugio y amor. Clama por los injustos y malvados que vuelvan sus rostros a Dios. Vive en integridad en un mundo que está lleno de iniquidad (Deuteronomio 6.5-7).

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