domingo, 16 de noviembre de 2008

COMO ALCANZAR LAS METAS DE DIOS

Hay sueños que provienen del corazón de Dios y hay sueños nuestros. Los sueños nuestros pueden ser alcanzados a través de nuestra capacidad humana, a través de nuestros recursos e influencia. Los sueños de Dios son alcanzados a través de su poder .

La fuerza humana o “instrumentos” humanos nunca serán suficientes para alcanzar los sueños de Dios. Cuando comparamos nuestra fuerza con la fuerza de Dios, no hay comparación, cuando comparamos nuestros “arcos” con el “arco de Bronce”, el arco de Dios, nuestros instrumentos son débiles, y con muchas limitaciones.


Dios también le dice a Zorobabel, “No es con ejercito”. Un ejército es un grupo de hombres, un grupo de soldados a la disposición de un capitán. La palabra ejército también puede ser interpretada como recursos, influencia, dones o habilidad. Nada de esto es suficiente le dice Dios a Zorobabel, necesitas el poder de Dios.
Es obvio que el Señor utilizará nuestras habilidades y recursos pero nunca serán suficientes, nos quedamos cortos cuando solo dependemos de ellos.

Si en este momento tu haces un inventario de tus recursos, habilidades e influencia y decides que puedes lograr el sueño que hay en tu corazón, ese es un sueño tuyo, esto de ninguna manera quiere decir que el sueño sea malo, hay sueños buenos que pueden ser logrados con solo nuestra habilidad y recursos.

Los sueños de Dios, en cambio, parecen imposibles de alcanzar cuando los comparamos con nuestra habilidad. Cuando logramos los sueños que Dios puso en nuestro corazón, nos damos cuenta que El es el digno de la gloria y el reconocimiento, nosotros solo somos instrumentos en sus manos.
Esto es lo que Dios quiere hacer con cada uno de nosotros. Seremos sorprendidos cuando El ponga sus manos sobre nuestro arco débil.
No importa cuan grande sea nuestro talento o nuestra habilidad, los sueños de Dios se alcanzan con el poder de Dios.
No importa que tan pocos o vastos sean nuestros recursos. Los sueños de Dios se alcanzan con los recursos de Dios.

¿Estás confiando en El?

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