jueves, 2 de octubre de 2008

YO TAMBIEN HICE ESO

LEA: Mateo 18:23-33
Cristo Jesus vino al mundo para salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero. -1 Timoteo 1:15
A nuestra amiga Barbara Leavitt le encantaban las flores. Su hogar era un jardin de rara belleza y dulce fragancia, lo mismo que su vida. Su presencia era como un ramillete encantador.
En el 2005, Barbara partio para estar con el Señor, pero unos cuantos dias antes de que muriera, sucedio algo que nunca olvidare. Mi esposa y yo estabamos sentados alrededor de su lecho junto con otros amigos contando historias acerca de nuestra ninez cuando mencione que una vez yo habia robado unas flores. Habia un parque entre la escuela primaria a la que asistia y nuestro hogar. Un dia, mientras caminaba por el parque, vi una hilera de lirios en flor y corte varios para llevarselos a mi madre. Algunos muchachos mayores me vieron y amenazaron con llamar a la policia. Vivi aterrorizado durante semanas pensando en que vendrian y me llevarian preso.
Barbara coloco su mano sobre la mia y murmuro suavemente, «Yo tambien hice eso.» Pense, Esa debe ser mi respuesta cuando veo los pecados de los demas o escucho acerca de ellos -«Yo tambien hice eso.» Tal vez no haya cometido su pecado en particular, pero todo pecado es condenable y requiere perdon de Dios.
La conciencia de nuestra propia depravacion es lo que John Newton llamo «la raiz de la ternura perpetua.» No quiero ser como el siervo malagradecido en Mateo 18. Quiero mostrar gracia y misericordia, por cuanto «yo tambien hice eso.»

No hay comentarios: