Lectura: Josué 1:1-9
. . . no te dejaré ni te abandonaré. --Josué 1:5.
Mi amigo Ralph tuvo la emocionante experiencia de hacer un corto crucero en el portaaviones USS Kennedy. Vio cómo despegaban aviones de combate, cómo aterrizaban y hacían maniobras. Le dijeron que siempre que los aviones despegan o aterrizan --las cuales son operaciones peligrosas-- el capitán mira desde el puente. Incluso si los aviones están volando continuamente, él se queda en el puente, dormitando un poquito entre uno y otro si es necesario. Así que cada vez que un piloto despega o aterriza en la cubierta, sabe que su capitán siempre está de guardia.
En la lectura bíblica para hoy, cuando llegó el momento de que Josué asumiera el liderazgo de Israel, necesitaba la seguridad de que Dios estaría con él igual que había estado con Moisés. Los israelitas sabían que Moisés tuvo dirección divina durante su peregrinación por el desierto porque Dios los condujo por medio de una columna de fuego y una nube.
Pero, ¿y Josué? Dios le prometió: "Así como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré" (Josué 1:5). Josué pudo dirigir a Israel con la absoluta confianza de que Dios siempre estaba velando sobre ellos.
Adondequiera que estemos, cualquiera que sea la empresa osada en la que estemos involucrados, o sea cual fuere la batalla espiritual que estemos encarando, tenemos la confianza de que Dios está con nosotros. Y lo que es más, Dios nos guía, nos protege y nos dirige. ¡Él siempre está en el puente!
. . . no te dejaré ni te abandonaré. --Josué 1:5.
Mi amigo Ralph tuvo la emocionante experiencia de hacer un corto crucero en el portaaviones USS Kennedy. Vio cómo despegaban aviones de combate, cómo aterrizaban y hacían maniobras. Le dijeron que siempre que los aviones despegan o aterrizan --las cuales son operaciones peligrosas-- el capitán mira desde el puente. Incluso si los aviones están volando continuamente, él se queda en el puente, dormitando un poquito entre uno y otro si es necesario. Así que cada vez que un piloto despega o aterriza en la cubierta, sabe que su capitán siempre está de guardia.
En la lectura bíblica para hoy, cuando llegó el momento de que Josué asumiera el liderazgo de Israel, necesitaba la seguridad de que Dios estaría con él igual que había estado con Moisés. Los israelitas sabían que Moisés tuvo dirección divina durante su peregrinación por el desierto porque Dios los condujo por medio de una columna de fuego y una nube.
Pero, ¿y Josué? Dios le prometió: "Así como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré" (Josué 1:5). Josué pudo dirigir a Israel con la absoluta confianza de que Dios siempre estaba velando sobre ellos.
Adondequiera que estemos, cualquiera que sea la empresa osada en la que estemos involucrados, o sea cual fuere la batalla espiritual que estemos encarando, tenemos la confianza de que Dios está con nosotros. Y lo que es más, Dios nos guía, nos protege y nos dirige. ¡Él siempre está en el puente!
EL CRISTIANO ENCUENTRA SEGURIDAD, NO EN LA AUSENCIA DEL PELIGRO, SINO EN LA PRESENCIA DE DIOS.
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