Buscando la definición de la palabra amigo en el diccionario me encontré con una cantidad increíble de definiciones y la verdad que no sabía con cual quedarme.
Amigo significa desde un compañero del alma y corazón hasta un palo que usan los mineros ayudarse a bajar a los pozos.
Sin embargo me puse a pensar que más valioso sería encontrar una definición clara de lo que la palabra de Dios dice respecto de esta palabra.
En mi búsqueda quedé sorprendido y no solo eso, después de entender la definición que me daba la Biblia, me vi obligado a tener que redefinir mi lista de amigos.
Cuidado, que no se mal interprete, tengo que redefinirla a causa mía y no de los demás, pues comprendí que en gran manera depende de mí mismo y no de los demás.
Jesús define la amistad en base a dos valores y son los que él (Jesús) estaba dispuesto a hacer por sus amigos: sacrificarse a sí mismo y cumplir lealmente con ellos.
Los amigos de Jesús eran aquellos por los cuales Jesús estaba dispuesto a morir siendo leal a sus promesas.
Es interesante como Jesús llama amigo a Judas, vean ustedes mismos:
“Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a quévienes? Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron” (Mateo 26:50 RV1960)
Jesús lo llama „amigo“¿No es una ironía de su parte?, Pues, no. Así se comportó Jesús, también estaba dispuesto a morir por Judas.
Judas responde a la amistad de manera distinta y dice “no soy tu amigo”, rompiendo claramente el lazo que los une.
La amistad no se define en base a favores, esa definición es humana, la amistad que propone Jesús es algo mucho mayor, compleja y comprometida. Es una amistad que no conoce límites, dispuesta a todo por amor.
Aquí Jesús define muy claramente este código de amistad que él tenía:
“Nadie muestra más amor que quien da la vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que les mando.” (Juan 15:13-14)
La amistad con Jesús requiere de una respuesta recíproca. Es decir Jesús también demanda de nosotros amor y lealtad. Sin esta reciprocidad, la amistad pierde su esencia y deja de ser amistad.
La amistad con Jesús tiene una demanda, pero no una demanda egoísta, el obedecer por el obedecer, sino que encierra una expresión de amor a veces difícil de descubrir. Justamente eso que Jesús nos manda hacer tiene por destinatario del bien a quién cumple esos mandamientos.
Quiero destacar esto, Jesús no quiere que le obedezcas para valorarte como amigo, él quiere que obedezcas para que seas beneficiado a causa de su amistad.
Vamos ahora a la amistad entre nosotros humanos, como deberíamos definirla y bajo qué valores deberíamos aplicarla.
Yo creo que desde la misma forma en la que Jesús la define y la marca.
La amistad entre nosotros debe estar separada de conveniencias y favoritismos. No se trata de un beneficio sino se trata de un acto de amor.
Yo tomo la amistad de alguien decidiendo amarle y demostrarle mi sincero y desinteresado sentir, claro que pueden rechazarla, pero yo debo demostrarla y darle arranque en esto.
No habráamistad si no hay sacrificio, este es un código fundamental.
Usted pude ahora mirar su lista de sus amigos y responder sinceramente para cada uno de ellos:
¿Estoy dispuesto a dar la vida por este amigo?
No se pregunte si ellos merecen su amistad, eso no sería bíblico ni cristiano.
Trate de llevar esa lista de forma sincera y deje que el amor fluya de usted.
Recuerde que Judas llegaba dispuesto a entregar a Jesús, había decidido entregarle con un beso, Jesús en vez de llamarlo traidor, no cambia en su trato para con él, el código de la amistad de Jesús es invariable como su Palabra también lo es. Y eso se refleja en sus palabras al Judas que llega a entregarle: “AMIGO, ¿a que vienes?”
No siempre podrás ser amigo de todos, algunos aceptarán tu amistad, otros la rechazarán. Sin embargo tú no rechaces a nadie, que no sea tu decisión terminar con una relación de amistad, no utilices el rechazo para justificar el terminar con una amistad. Nunca cierres la puerta de la amistad, déjala siempre abierta, tal vez alguien que te rechazó sienta con el tiempo el deseo de regresar.
Habiendo rechazado la amistad de Jesús, Judas no pudo seguir adelante con su vida, su mala decisión le ocasionó una tristeza tan grande que no la pudo sobrellevar. Sin embargo Pedro, supo aprovechar la oportunidad que se le dio, cuando después de haber negado tres veces al Señor, se arrepintió y lavó en amargas lágrimas el dolor de haber rechazado al Señor. Jesús no le cerró las puertas de su amistad, por el contrario lo animó y confirmó su llamado: “Apacienta mis ovejas”.
Mis amigos son aquellos que hacen lo que mi amigo Jesús manda.
Yo personalmente quiero tener un millón de amigos y la verdad que me encantaría llenarme de ellos, como los define proverbios asílos deseo, verdaderos:
“Hay quienes parecen amigos pero se destruyen unos a otros; el amigo verdadero se mantiene más leal que un hermano (Proverbios 18:24 NTV)
Miro ahora la lista de mis amigos y digo: ¿A ver, estoy dispuesto a ser leal con ellos?
Dios te bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario