Lectura: Romanos 8:28-39.
"Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo..." Romanos 8:29
Dios no solamente está interesado en salvarnos del infierno y llevarnos al cielo, sino que también quiere que "seamos hechos a la imagen de su Hijo" (Romanos 8:29). Alguien dijo que el Padre estaba tan complacido con Su Hijo que decidió llenar el cielo de otros seres como Él.
Cuando Cristo regrese "seremos semejantes a Él" (1 Juan 3:2), pero el proceso de llegar a serlo empieza aquí y ahora. ¿Cómo se produce? Romanos 8:28 dice: "... a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien...". La frase "todas las cosas" lo explica todo. Esto incluye pruebas y tribulaciones, disciplinas y purificaciones, renunciamientos y sufrimientos. Para llegar a ser como Él, debemos seguirlo, y ese es un camino de sacrificio y de prueba (Hebreos 2:10).
Seguir a Cristo significa que debemos estar dispuestos a ir con Él al huerto de Getsemaní y al monte Calvario. Tenemos que estar preparados para soportar el sufrimiento y el rechazo de aquellos que lo rechazaron a Él (Juan 15:18-21). Pero seguirlo también nos lleva a la tumba vacía y a la diestra de Dios. El apóstol Pablo dijo que los que sigan a Cristo, también compartirán Su resurrección (Romanos 6:5). Y "si sufrimos, también reinaremos con Él" (2 Timoteo 2:12).
Sí, Dios utiliza "todas las cosas" para hacernos como Cristo.
El camino para asemejarte a Cristo te llevará por el valle del sufrimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario