domingo, 22 de abril de 2012

CANTO MENTIROSO

"Libra mi alma, oh Jehová, del labio mentiroso, y de la lengua fraudulenta" Salmo 120:2
Hay muchas maneras de mentir. Algunas personas que se enorgullecen de no decir nunca nada falso se sorprenderían si empezaran a contar la cantidad de mentiras que cantan todos los domingos en la iglesia.
Hace muchos años, leí un artículo anónimo que decía: -Cantamos "¡Oh cuán gratas son las horas cuando yo me acerco a ti!", y después nos contentamos con unos 10 o 15 minutos de intercesión diaria. Cantamos "Firmes y adelante", pero esperamos a que se nos arrastre y se nos reclute para servir a Dios. Cantamos "Nunca Dios mío cesará mi labio de bendecirte", y luego no usamos los que tenemos para glorificar a Dios. Cantamos con mucho entusiasmo "Lluvias de bendición grande" cuando sale el sol y hay buen clima, pero si el Señor envía algunos chaparrones literales, se nos hace imposible ir a la iglesia porque está lloviendo. Cantamos "Y los fuertes eslabones, simpatía y comunión, unen ya los corazones", y después dejamos que la más mínima ofensa afecta ese amor. Cantamos "Anhelo trabajar por el Señor", y nos quejamos constantemente de todo lo que tenemos que hacer-.
Recuerda, las mentiras son mentiras ya sea que las digamos o que las cantemos. La próxima vez que alabes a Dios, asegúrate de que las palabras que salen de tu boca sean sinceras.
¡No cantes mentiras!.
Después de todo lo dicho y hecho se dice más de lo que se hace.

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