Lectura: Mateo 7:1-5.
"… saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano" Mateo 7:5
Según Jesús, es mala idea especializarse en "pajalogía" mientras se sufre de "viguitis". En Su Sermón del Monte, nuestro Señor dijo: "¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?" (Mateo 7:3).
Si la pajalogía estuviera incluida en el programa de estudios de una universidad, la descripción del contenido de la materia podría decir algo así: "Identificar y criticar las pequeñas faltas en la vida de todos los que te rodean. Materia sumamente popular; las vacantes se ocupan de inmediato".
Si la palabra viguitis estuviera en un diccionario médico podría definirse de esta manera: "Enfermedad que distorsiona la autopercepción e incapacita al individuo para reconocer las faltas personales. Afecta al mundo entero".
Según nuestro Señor, la solución es sacar "primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano" (v.5).
No hace falta ser carpintero ni oftalmólogo para entender esta metáfora de Jesús. Todos nos hemos inscrito en esa materia y también padecemos la enfermedad. Pero si hoy centráramos nuestra atención en las vigas que tenemos en los ojos en vez de fijarnos en las pajas que vemos en los demás, ¡qué diferencia nos marcaría!.
Sé pronto para juzgarte a ti mismo y lento para hacerlo a los demás.
"… saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano" Mateo 7:5
Según Jesús, es mala idea especializarse en "pajalogía" mientras se sufre de "viguitis". En Su Sermón del Monte, nuestro Señor dijo: "¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?" (Mateo 7:3).
Si la pajalogía estuviera incluida en el programa de estudios de una universidad, la descripción del contenido de la materia podría decir algo así: "Identificar y criticar las pequeñas faltas en la vida de todos los que te rodean. Materia sumamente popular; las vacantes se ocupan de inmediato".
Si la palabra viguitis estuviera en un diccionario médico podría definirse de esta manera: "Enfermedad que distorsiona la autopercepción e incapacita al individuo para reconocer las faltas personales. Afecta al mundo entero".
Según nuestro Señor, la solución es sacar "primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano" (v.5).
No hace falta ser carpintero ni oftalmólogo para entender esta metáfora de Jesús. Todos nos hemos inscrito en esa materia y también padecemos la enfermedad. Pero si hoy centráramos nuestra atención en las vigas que tenemos en los ojos en vez de fijarnos en las pajas que vemos en los demás, ¡qué diferencia nos marcaría!.
Sé pronto para juzgarte a ti mismo y lento para hacerlo a los demás.
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