"El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende" Salmo 34:7
En un mundo materialista como el nuestro, somos tentados a creer que las únicas cosas reales son las que experimentamos con nuestros cinco sentidos. No obstante, "hay cosas que no podemos ver; cosas a nuestras espaldas o lejos de nosotros, más todas aquellas que están en la oscuridad", dijo C. S. Lewis.
Hay otra esfera de la realidad tan cierta y tan sustancial como cualquier cosa que vemos, oímos, palpamos, gustamos u olfateamos en este mundo. Existe a nuestro alrededor… no en algún lugar "por ahí", sino "aquí". Hay legiones de ángeles ayudándonos, para los cuales el mundo no tiene tácticas defensivas (Hebreos 1:14). El salmista David se refirió a ellos como una fuerza de miles y miles de carros (Salmo 68:17). No podemos ver a Dios ni a Sus ángeles con los ojos naturales, pero están ahí, los veamos o no. Creo que el mundo está lleno de ellos.
La fe es el medio por el cual podemos "ver" ese mundo invisible. Esta es la verdadera función de la creencia. La fe es en la esfera espiritual lo que los cinco sentidos son en la natural. El escritor de Hebreos dice que la fe es "la convicción de lo que no se ve" (Hebreos 11:1). Por fe, reconocemos la existencia del mundo espiritual y aprendemos a depender del Señor para que nos ayude en nuestra vida diaria. Nuestra meta, entonces -como dijera una vez George MacDonald- es "desarrollar ojos" que vean lo invisible.
La fe ve cosas que no están a la vista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario