Toda batalla tiene un vencedor y un vencido.
Generalmente, el ejército mejor preparado y armado es quien gana la contienda. Habrás escuchado de batallas famosas, tales como: Normandía, Tormenta del Desierto, Afganistán o Irak, pero… ¿Escuchaste alguna vez acerca de la batalla de la fe?
Pablo, un fiel seguidor de Jesucristo, escribió en 1° Timoteo 4:7 lo siguiente: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.” Esto significa que la fe tiene enemigos, tales como: la duda, el temor y la ansiedad. Todo ello, batalla contra tu fe, para debilitar y quebrantar tu confianza en Dios.
Quizás la duda, temor y ansiedad esten golpeando tu corazón. ¿Qué debes hacer en estas circunstancias?
En Lucas 8:50, Jesús le dijo a un padre desesperado por la muerte de su hija, lo siguiente: “No temas, cree solamente…” En aquel momento una batalla de fe se desató en la mente y en el corazón de Jairo. Quizás se preguntaba: ¿Qué significa creer? ¿En quién debo creer? ¿Será verdad lo que Jesús me dice? Jairo decidió creer en las palabras de Jesús. ¿Cuál fue el resultado? La Biblia dice que la hija de Jairo regresó a la vida por el poder de Dios.
Desconozco cuál será tu batalla de fe. A lo mejor atraviesas una adversidad o una enfermedad está consumiendo tu vida. Lo que sí sé, es que Jesús está a tu lado, y te dice hoy: “No temas, cree solamente…”
Pero… ¿ Qué debes creer? Romanos 10:9 dice: “Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.”
¿Porque no vences en esta batalla de la fe pidiendo a Jesús que viva en tu corazón?
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