martes, 17 de agosto de 2010

TU

Señor, Señor.

Tú antes, Tú después,

Tú en la inmensa hondura del vacío y en la hondura interior…

Tú en la aurora que canta y en la noche que piensa…

Tú en la flor de los cardos y en los cardos sin flor…

Tú en el cenit a un tiempo y en el nadir…

Tú en todas las transfiguraciones y en todo el padecer…

Tú en la capilla fúnebre y en la noche de bodas…

¡Tú en el beso primero, Tú en el beso postrero!

Tú en los ojos azules y en los ojos oscuros…

Tú en la frivolidad quinceañera, y también en las grandes ternezas de los años maduros…

Tú en la más negra cima… Tú en el más alto edén…

Si la ciencia engreída no te ve, yo te veo; si sus labios te niegan, yo te proclamaré.

Por cada hombre que duda, mi alma grita: “Yo creo”

¡Y con cada Fe muerta, se agiganta mi Fe!

Amado Nervo

Seguramente que todos podremos decir lo mismo con todo nuestro corazón. No hay nadie como Él. Dios es único y Especial.

Ahora pues, Dios, tú eres Dios, y tus palabras son verdad, y tú has prometido este bien a tu siervo. 2 Samuel 7:28.

Ahora pues, Señor, tú eres el Dios que has hablado que tu siervo estè bien. 1 Crónicas 17:26.

Tuya es, oh Dios, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Señor, es el reino, y tú eres excelso sobre todos. 1 Crónicas 29:11.

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