martes, 10 de agosto de 2010

EL CORAZON DEL EVANGELIO

Lectura: 2 Corintios 4:1-6.
"Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados" 2 Corintios 3:18
Cuando E. Stanley Jones, conocido misionero en la India, tuvo la oportunidad de encontrarse con Mahatma Gandhi, le hizo una pregunta perspicaz al reverenciado líder de la India: «¿Cómo puede el cristianismo causar un mayor impacto en su país?» Muy cuidadosamente, Gandhi respondió que se requeriría tres cosas:
«Primero, los cristianos deben comenzar a vivir más como Jesús. Segundo, la fe cristiana debe presentarse sin adulteración alguna. Tercero, los cristianos deben enfatizar el amor, que está en el corazón del Evangelio».
Estas profundas sugerencias son la clave para el evangelismo efectivo en todo el mundo. Como mensajeros del amor de Dios, hemos de ser espejos humanos que reflejan sin distorsión alguna un parecido cada vez mayor con nuestro Señor; no hemos de caminar «con astucia» (2 Corintios 4:2). Si nuestras vidas reflejan una imagen que está espiritualmente borrosa, puede que la verdad de la gracia salvadora no se comunique con claridad (vv.3-5). También hemos de compartir claramente los aspectos bíblicos esenciales de nuestra fe. No debemos usar la Palabra de Dios «adulterándola» (v.2). Y nuestras vidas han de estar marcadas por el amor a Dios y a los demás (1 Juan 5:1-2).
Asegurémonos de reflejar una imagen clara de la semejanza de Jesús, la verdad de Dios y el amor.
La razón fundamental de vivir en este mundo es reflejar la semejanza de Cristo.

No hay comentarios: