Lectura: Hechos 26:12-23.
"Conviértete a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento" Hechos 26:20
Una de mis tiras cómicas favoritas, Snoopy y Carlitos, muestra a Carlitos Brown diciéndole a Snoopy: «Oí que estás escribiendo un libro de teología. Espero que tengas un buen título». Snoopy responde: «Tengo el título perfecto: ¿Alguna vez se te ocurrió que tal vez estés equivocado?»
Este título nos recuerda que, a veces, tenemos una idea equivocada de Dios y de lo que demanda de nosotros. Como nuestras creencias erróneas generan comportamientos equivocados, necesitamos «conv[ertirnos] a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento» (Hechos 26:20).
La palabra griega para «arrepentimiento» es metanoeo, «cambiar de parecer». Como Pablo indicó, arrepentirse no significa asentir amablemente en señal de coincidencia con Dios y luego seguir por donde íbamos. Cuando enfocamos la mente en Dios —cuando realmente estamos de acuerdo con Él sobre lo correcto— nuestro comportamiento seguirá esa nueva línea de pensamiento. Como un automóvil, vamos en la dirección que se nos señala. Así que, cuando verdaderamente volvemos la mente y el corazón hacia Dios, nuestras acciones cambian.
En vez de ir felices por la vida, asumiendo que nuestras elecciones son las correctas, debemos detenernos con regularidad y hacernos la pregunta de Snoopy. Como Pablo enseñó, sólo cuando admitimos nuestro error, podemos tener seguridad de estar bien con Dios.
O conformamos nuestros deseos a la verdad o conformamos la verdad a nuestros deseos. - Os Guinness
"Conviértete a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento" Hechos 26:20
Una de mis tiras cómicas favoritas, Snoopy y Carlitos, muestra a Carlitos Brown diciéndole a Snoopy: «Oí que estás escribiendo un libro de teología. Espero que tengas un buen título». Snoopy responde: «Tengo el título perfecto: ¿Alguna vez se te ocurrió que tal vez estés equivocado?»
Este título nos recuerda que, a veces, tenemos una idea equivocada de Dios y de lo que demanda de nosotros. Como nuestras creencias erróneas generan comportamientos equivocados, necesitamos «conv[ertirnos] a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento» (Hechos 26:20).
La palabra griega para «arrepentimiento» es metanoeo, «cambiar de parecer». Como Pablo indicó, arrepentirse no significa asentir amablemente en señal de coincidencia con Dios y luego seguir por donde íbamos. Cuando enfocamos la mente en Dios —cuando realmente estamos de acuerdo con Él sobre lo correcto— nuestro comportamiento seguirá esa nueva línea de pensamiento. Como un automóvil, vamos en la dirección que se nos señala. Así que, cuando verdaderamente volvemos la mente y el corazón hacia Dios, nuestras acciones cambian.
En vez de ir felices por la vida, asumiendo que nuestras elecciones son las correctas, debemos detenernos con regularidad y hacernos la pregunta de Snoopy. Como Pablo enseñó, sólo cuando admitimos nuestro error, podemos tener seguridad de estar bien con Dios.
O conformamos nuestros deseos a la verdad o conformamos la verdad a nuestros deseos. - Os Guinness
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