miércoles, 9 de junio de 2010

PALABRAS Y NUMEROS

Lectura: Juan 17:20-26.
"Yo y el Padre uno somos" Juan 10:30
Mi esposo es una persona "de números"; yo soy una persona "de palabras". Cuando mi incompetencia con los números me exaspera al máximo, trato de impulsar mi ego recordándole a Jay que las personas de palabras son superiores porque Jesús se llamó a sí mismo el Verbo, no el Número.
En vez de tratar de defenderse, Jay simplemente sonríe y continúa ocupándose de sus asuntos, los cuales consisten en cosas mucho más importantes que mis tontos argumentos.
Como veo que Jay no se defiende, entonces me siento obligada a hacerlo. Aunque es verdad que Jesús era el Verbo, estoy equivocada al decir que Él no se refirió a sí mismo como un número. Uno de los pasajes más conmovedores de las Escrituras es la oración de Cristo justo antes de Su arresto y crucifixión. Con la muerte frente a Él, Jesús oró no sólo por Él mismo, sino también por Sus discipulos y por nosotros. Su petición más urgente a favor nuestro involucró un número: "[Ruego] para que todos sean uno, como tú, oh Padre, en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste" (Juan 17:21).
Como personas que viven la Palabra, tenemos que recordar que las "palabras correctas" le suenan huecas al mundo a menos que, siendo uno en Cristo, estemos glorificando a Dios con una sola mente y una sola voz.
Dios llama a Sus hijos a la unidad.

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