Lectura: Santiago 1:1-8.
"Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento" Santiago 1:6
Si te invitaran a una reunión en la Casa Blanca con el Presidente de los Estados Unidos, sin importar la opinión que tuvieras de él, probablemente irías. Al entrar a la Casa Blanca, un funcionario de protocolo se te acercaría y te daría un resumen de los procedimientos apropiados para presentarte ante el presidente. Baste decir que sería inaceptable dar rienda suelta a un arranque de familiaridad o a una crítica negativa indecorosos en el momento de estrecharle la mano.
Así que no debe sorprendernos que la Palabra de Dios ponga en claro que existe un protocolo para entrar en la presencia de Dios. Hebreos 11:6 nos ofrece un aspecto de interacción apropiada: «Es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan». Dios quiere que le seamos totalmente devotos —y se lo toma como algo personal cuando nuestros corazones están llenos de crítica, incredulidad y duda.
Santiago nos dice que, cuando Le pedimos sabiduría a Dios, la clave para Su respuesta es si estamos pidiendo «con fe» o no (1:6). A Dios Le agrada cuando nos acercamos a Él con fe inquebrantable.
Así que deja tus dudas en la puerta y sigue el protocolo: Acércate a Dios con un corazón de fe, y a Él Le agradará proveerte de toda la sabiduría que necesitas.
Cambia la insatisfacción de la duda por el cumplimiento de la fe en Dios.
"Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento" Santiago 1:6
Si te invitaran a una reunión en la Casa Blanca con el Presidente de los Estados Unidos, sin importar la opinión que tuvieras de él, probablemente irías. Al entrar a la Casa Blanca, un funcionario de protocolo se te acercaría y te daría un resumen de los procedimientos apropiados para presentarte ante el presidente. Baste decir que sería inaceptable dar rienda suelta a un arranque de familiaridad o a una crítica negativa indecorosos en el momento de estrecharle la mano.
Así que no debe sorprendernos que la Palabra de Dios ponga en claro que existe un protocolo para entrar en la presencia de Dios. Hebreos 11:6 nos ofrece un aspecto de interacción apropiada: «Es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan». Dios quiere que le seamos totalmente devotos —y se lo toma como algo personal cuando nuestros corazones están llenos de crítica, incredulidad y duda.
Santiago nos dice que, cuando Le pedimos sabiduría a Dios, la clave para Su respuesta es si estamos pidiendo «con fe» o no (1:6). A Dios Le agrada cuando nos acercamos a Él con fe inquebrantable.
Así que deja tus dudas en la puerta y sigue el protocolo: Acércate a Dios con un corazón de fe, y a Él Le agradará proveerte de toda la sabiduría que necesitas.
Cambia la insatisfacción de la duda por el cumplimiento de la fe en Dios.
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