jueves, 14 de enero de 2010

LOS DOS HEMANOS

En una escuela pública, un niño hizo una travesura, manchando los papeles del pupitre del maestro con tinta. Cuando el tal llegó y lo descubrió, exigió a todos el nombre del culpable.

-¡López! -gritó un chiquillo.

-¡López, aquí! ordenó el maestro tomando la palmeta.

Había dos hermanos del mismo apellido, y se adelantó el mayor, quien recibió estóicamente el fuerte y doloroso palmeteo. De repente, el menor, llorando, se adelantó gritando:

-¡Señor maestro: No le pegue más! ¡No fue él, que fui yo el culpable!

El maestro dejó de pegar, intrigado, y pidió explicaciones: -A ver, tú, López, el mayor: ¿Por qué te has adelantado para ser castigado sin protestar de tu inocencia? Habla.

-Porque él es más pequeño, menos fuerte, y está un poquito enfermo contestó el pequeño héroe. El maestro, maravillado, le apretó sobre su pecho.

-Muchacho -dijo nunca serás en tu vida más cristiano que hoy. Esto es lo que hizo Cristo por ti y por mí. ¡Dios te bendiga, hijito!

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