Lectura: Efesios 1:3-10.
"Nos hizo aceptos en el Amado" Efesios 1:6
Una misionera soltera se había estado menospreciando a sí misma. Era infeliz con su vida en general, pero en especial le disgustaba pensar en lo que ella creía que era su bajo nivel de crecimiento espiritual.Una mañana se miró en el espejo de manera escudriñadora. Luego, muy lentamente, dijo: "Dios, te agradezco que sea yo misma y que jamás pueda ser alguien más".Ese fue su momento de auto-aceptación liberadora. Se dio cuenta de que, por el diseño de Dios, ella era una persona absolutamente única, un ser humano redimido por Cristo que jamás podría ser reemplazado o duplicado.¿Te condenas a ti mismo porque no eres tan espiritual como crees que debieras serlo? ¿Te ves como un discípulo de segundo orden, que carece de los dones y las gracias que poseen tus compañeros creyentes que parecen ser modelos de oración, testimonio y servicio? Podemos elevarnos por encima del desánimo producido por el auto-rechazo y disfrutar de la auto-aceptación agradecida cuando ponemos nuestras vidas en las manos de Jesús, las cuales muestran las marcas de los clavos. "En quien tenemos redención por Su sangre, [y] el perdón de pecados" (Efesios 1:7). Somos aceptados y elegidos por Él (vv. 4-6).Si el Señor nos ha aceptado, ¡seguramente podemos aceptarnos a nosotros mismos! Esa es la verdad libertadora.
Aceptar el regalo gratis de la salvación de parte de Jesús nos libera para aceptarnos a nosotros mismos.
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