jueves, 10 de diciembre de 2009

LECCIONES DE UNA BOTELLA DE COCA-COLA

Lectura: Romanos 5:15-21.
"Mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia" Romanos 5:20
El Pastor Luis estaba predicando sobre el carácter penetrante del pecado. «¡Está en todas partes!» declaró enfáticamente. Contó de cuando estaba esperando el cambio de luces en el semáforo y vio cómo el hombre del automóvil de adelante terminó de tomarse su Coca-Cola, abrió la puerta, puso la botella de vidrio en la calzada, y continuó su recorrido.
«¡Esto estuvo mal! —dijo Luis—. ¡Fue un pecado egoísta! Podría haber hecho que a alguien se le pinchara un neumático o incluso haber causado un accidente.» Normalmente no consideramos que tirar basura sea un pecado, pero es una clara evidencia de nuestro egoísmo inherente.
Posteriormente, cuando Luis estaba saludando a las personas a la puerta, un profesor de Biblia en un seminario cristiano de la localidad pasó diciendo en voz baja, «el pecado pone la botella en la calzada, pero la gracia la recoge».
Ahora bien, muchos años después, Luis no ha olvidado la lección de dicho principio bíblico. Proviene directamente de Romanos 5, uno de los textos más alentadores en la Biblia, que describe la gracia de Dios. La transgresión de Adán introdujo el pecado al mundo (v. 12) y sus consecuencias infectaron a todas las personas. Pero Dios respondió con gracia, ofreciendo perdón por medio de Su Hijo a todos aquellos que elijan vivir. La raza humana pecó y Dios respondió con gracia abundante (v. 20).
Dios hace mucho más que simplemente «recoger la botella»: ¡limpia el corazón del trasgresor!
La confesión de pecado es el suelo en el que florece el perdón.

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