jueves, 26 de noviembre de 2009

ATRAPA Y SUELTA

Lectura: Romanos 6:16-23.
“Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado” Juan 8:34
Soy un pescador del tipo «atrapa y suelta», lo que significa que no mato a las truchas que pesco, sino que las atrapo con una red, las trato delicadamente y las libero. Es una técnica que garantiza la «sostenibilidad», como les gusta decir a los conservacionistas, y evita que las truchas y otras especies objetivo desaparezcan en aguas de pesca industrial.
Rara vez libero una trucha sin recordar las palabras de Pablo acerca de aquellos que «están cautivos» en el lazo de Satanás para hacer su voluntad (2 Timoteo 2:26), por cuanto sé que nuestro adversario el diablo no atrapa y suelta sino que captura para consumir y destruir.
Puede que pensemos que podemos pecar deliberadamente de una manera limitada por un corto periodo de tiempo y luego librarnos. Pero, tal y como Jesús nos enseña, «Todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado" (Juan 8:34). Incluso los «pecaditos» llevan a una cada vez mayor falta de rectitud. El pecado se convierte en la consecuencia del pecado. Nos encontramos atrapados y esclavizados y, al igual que una trucha desafortunada, no podemos zafarnos.
El pecado nos esclaviza. Pero, cuando nos rendimos en obediencia a Cristo y clamamos a Él pidiéndole la fortaleza para hacer Su voluntad, somos «liberados». El resultado es una mayor justicia (Romanos 6:16).
Jesús nos asegura: «Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres» (Juan 8:36).
Cristo nos libera de la esclavitud del pecado hacia la libertad de la salvación.

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