sábado, 10 de octubre de 2009

UN PUÑADO DE ESPINAS

Lectura: Salmos 105:1-5.
"Alaben la misericordia de Jehová, y sus maravillas para con los hijos de los hombres" Salmos 107:21
Jeremy Taylor fue un clérigo inglés del siglo XVII que sufrió una severa persecución por causa de su fe. Pero, aunque su casa fue saqueada, su familia fue dejada en la miseria y sus propiedades fueron confiscadas, él siguió contando las bendiciones que no podía perder.
Escribió: «No me han quitado mi alegre semblante, mi espíritu gozoso ni mi buena conciencia; todavía me han dejado con la providencia de Dios y todas Sus promesas... mis esperanzas del cielo y mi caridad para con ellos también y todavía duermo y digiero, como y bebo, leo y medito. Y todo aquel que tiene tantas causas para el gozo, y gozo tan grande, jamás debe optar por sentarse sobre su puñadito de espinas».
Aunque puede que seamos afligidos con las dolorosas dificultades que Jeremy Taylor tuvo que sobrellevar, todos enfrentamos pruebas y tribulaciones. ¿Estamos refunfuñando? ¿O nos negamos a dejar que nuestro «puñadito de espinas», nuestros problemas, oscurezcan la abrumadora abundancia de nuestras bendiciones?
Cuando sintamos ganas de quejarnos, recordemos la fidelidad de Dios y «alab[emos] a Jehová, invo[quemos] Su nombre; d[emos] a conocer Sus obras en los pueblos... Acor[démonos] de las maravillas que Él ha hecho» (Salmos 105:1,5).
Pasa tu vida contando tus bendiciones, no ventilando tus quejas.

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