miércoles, 7 de octubre de 2009

SIN MUCHO EN MEDIO

Lectura: Efesios 3:14-21.
"Para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios" Efesios 3:19
En la faja estrecha del territorio de Texas que entra en Oklahoma hay una pequeña ciudad llamada Texline. Tuvo un ostentoso comienzo a fines del siglo XIX como un centro de rápido crecimiento junto a una nueva línea de ferrocarril. Pero en unos pocos años, la mayoría de las tiendas habían cerrado y la población de la ciudad se redujo a unas 400 personas. En el 2000, la población apenas si sobrepasaba las 500 personas.
Una descripción de Texline en la Internet dice que tiene «un letrero indicando el límite de la ciudad a un extremo y otro en el extremo opuesto, sin mucho en medio».
¡Qué desperdicio sería si se diera la misma descripción de nuestro peregrinaje espiritual! El peregrinaje de la vida cristiana en la tierra comienza en el momento que se declara la fe en Jesús y termina cuando el creyente parte para estar con el Señor. Esto plantea una pregunta importante: ¿Qué sucede en medio?
Una vida rica y plena está a disposición de todos los que creen en Jesús y Le sirven. El apóstol Pablo oraba para que los creyentes fueran «llenos de toda la plenitud de Dios» (Efesios 3:19). Quería que ellos conocieran la vida «en abundancia» (Juan 10:10). Pero, ¿cuántos de nosotros experimentan incluso una pequeña parte de la vida abundante que Cristo prometió a aquellos que Le son fieles?
Dios desea darnos un comienzo maravilloso con la salvación y un gran final en gloria, con mucho en medio.
Una vida entregada totalmente a Dios se convierte en una vida llena de Dios.

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