Lectura: Efesios 3:1-7.
"El misterio de Cristo… que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres,… ahora es revelado… por el Espíritu" Efesios 3:4-5
Durante siglos, las palabras en dibujos de los jeroglíficos pintados en las ruinas egipcias fueron un misterio. Luego, en 1799, una expedición arqueológica francesa en el puerto egipcio de Rosetta descubrió una piedra antigua. Pesaba 754 kilogramos y reflejaba bellos tonos de gris oscuro, azul y rosado. Pero esto no era lo que la hacía valiosa.
La piedra estaba grabada con un mensaje idéntico en distintas escrituras antiguas. Dos de ellas eran los jeroglíficos y el griego clásico. Usando el griego como traductor, los eruditos pronto entendieron el significado de los jeroglíficos. Dejaron de ser un misterio.
La Biblia también ha llevado dentro de sí un antiguo misterio. Durante siglos, parecía como si los propósitos de Dios se limitaran a los judíos. Pero con la aparición de Jesús de Nazaret, la promesa hecha a Abraham de bendecir a todo el mundo vino a la luz (Génesis 12:1-3). Pablo escribió: «El misterio de Cristo... que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres,.. ahora es revelado... por el Espíritu» (Efesios 3:4-5). Dios provee salvación a todas las personas que se arrepienten y creen en Su Hijo (Gálatas 3:8-9,28).
La revelación del Nuevo Testamento describe un glorioso futuro en el que personas de todo grupo étnico, nación e idioma participarán de la herencia de los hijos de Dios (Apocalipsis 5:9).
¡La herencia del cristiano está garantizada para siempre!
"El misterio de Cristo… que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres,… ahora es revelado… por el Espíritu" Efesios 3:4-5
Durante siglos, las palabras en dibujos de los jeroglíficos pintados en las ruinas egipcias fueron un misterio. Luego, en 1799, una expedición arqueológica francesa en el puerto egipcio de Rosetta descubrió una piedra antigua. Pesaba 754 kilogramos y reflejaba bellos tonos de gris oscuro, azul y rosado. Pero esto no era lo que la hacía valiosa.
La piedra estaba grabada con un mensaje idéntico en distintas escrituras antiguas. Dos de ellas eran los jeroglíficos y el griego clásico. Usando el griego como traductor, los eruditos pronto entendieron el significado de los jeroglíficos. Dejaron de ser un misterio.
La Biblia también ha llevado dentro de sí un antiguo misterio. Durante siglos, parecía como si los propósitos de Dios se limitaran a los judíos. Pero con la aparición de Jesús de Nazaret, la promesa hecha a Abraham de bendecir a todo el mundo vino a la luz (Génesis 12:1-3). Pablo escribió: «El misterio de Cristo... que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres,.. ahora es revelado... por el Espíritu» (Efesios 3:4-5). Dios provee salvación a todas las personas que se arrepienten y creen en Su Hijo (Gálatas 3:8-9,28).
La revelación del Nuevo Testamento describe un glorioso futuro en el que personas de todo grupo étnico, nación e idioma participarán de la herencia de los hijos de Dios (Apocalipsis 5:9).
¡La herencia del cristiano está garantizada para siempre!
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