Lectura: Salmos 32:1-5.
"Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros" Isaías 53:6
Cuando salimos en un viaje de fin de semana con algunos amigos, tuvimos nuestra primera experiencia utilizando un Sistema de Posicionamiento Global. El GPS tiene una voz femenina, así que nuestros amigos Juan y María le han puesto a su dispositivo el nombre de Gladys. Programamos nuestro destino en el GPS y éste hizo su trabajo trazando nuestro curso. Luego nos pusimos cómodos. Después de haber puesto nuestra fe en el pequeño navegante, dejamos que éste nos dirigiera.
«Gire a la derecha cuando llegue a 300 metros», dijo Gladys de manera confiada. Tenía razón -Gladys siempre tiene la razón. De hecho, cuando hicimos un desvío inesperado para aprovisionarnos de gasolina, ella se puso un poquito insistente: «Por favor, ¡haga una vuelta en U a la mayor brevedad posible!»
Gladys había calculado una ruta para nosotros, pero habíamos tomado un camino diferente. Naturalmente, fue nuestra elección. Pero, si hubiésemos continuado yendo por nuestra propia cuenta, nos habríamos perdido.
Isaías 53:6 nos recuerda que, al igual que las ovejas, tenemos una tendencia a extraviarnos. Esa es la razón por la que necesitamos un Pastor que nos guíe y un Salvador que pague el castigo por nuestro pecado.
Sin importar cuán lejos hayamos viajado en la dirección equivocada, no es demasiado tarde para darnos vuelta. Dios está listo para perdonar y restaurar (Salmos 32:5). Si vas en dirección de la carretera equivocada, por favor, haz una vuelta en U.
No importa cuánto te hayas alejado de Dios, Él está tan sólo a una oración de distancia.
"Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros" Isaías 53:6
Cuando salimos en un viaje de fin de semana con algunos amigos, tuvimos nuestra primera experiencia utilizando un Sistema de Posicionamiento Global. El GPS tiene una voz femenina, así que nuestros amigos Juan y María le han puesto a su dispositivo el nombre de Gladys. Programamos nuestro destino en el GPS y éste hizo su trabajo trazando nuestro curso. Luego nos pusimos cómodos. Después de haber puesto nuestra fe en el pequeño navegante, dejamos que éste nos dirigiera.
«Gire a la derecha cuando llegue a 300 metros», dijo Gladys de manera confiada. Tenía razón -Gladys siempre tiene la razón. De hecho, cuando hicimos un desvío inesperado para aprovisionarnos de gasolina, ella se puso un poquito insistente: «Por favor, ¡haga una vuelta en U a la mayor brevedad posible!»
Gladys había calculado una ruta para nosotros, pero habíamos tomado un camino diferente. Naturalmente, fue nuestra elección. Pero, si hubiésemos continuado yendo por nuestra propia cuenta, nos habríamos perdido.
Isaías 53:6 nos recuerda que, al igual que las ovejas, tenemos una tendencia a extraviarnos. Esa es la razón por la que necesitamos un Pastor que nos guíe y un Salvador que pague el castigo por nuestro pecado.
Sin importar cuán lejos hayamos viajado en la dirección equivocada, no es demasiado tarde para darnos vuelta. Dios está listo para perdonar y restaurar (Salmos 32:5). Si vas en dirección de la carretera equivocada, por favor, haz una vuelta en U.
No importa cuánto te hayas alejado de Dios, Él está tan sólo a una oración de distancia.
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