lunes, 18 de mayo de 2009

LAS FUERTES MANOS DE DIOS

Lectura: Génesis 32:22-30
."Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba" Génesis 32:24
En Génesis, parece que casi toda persona y familia que allí se mencionan es disfuncional. El texto está lleno de relatos de celos, ira, violencia y engaño, y dejan una estela de relaciones dañadas. Incluso Noé, Abraham, Isaac y Jacob -alabados como héroes de la fe en Hebreos 11- muestran un carácter defectuoso y caídas espirituales. Pero Dios nunca les deja así.Jacob estafó a su hermano gemelo mayor, Esaú, quien juró matarle (Génesis 27:41). Luego, antes de que los hermanos distanciados se volvieran a encontrar cara a cara después de 20 años, Jacob luchó con Dios. Al preguntarle su nombre, el maquinador hermano menor finalmente admitió quién era: "Jacob" -el engañador (vv. 24-27). Eso marcó un momento espiritual decisivo.El reconocido predicador Carlyle Marney dijo que, debido a que Dios no se da por vencido con nosotros, nosotros no debemos darnos por vencidos con nosotros mismos. "La última persona en la tierra a quien le perdonará una debilidad es a usted mismo" -escribió el Dr. Marney-. Sólo en el Evangelio pueden los hombres continuar amándose. ¡Espere en Dios! Vea lo que Sus fuertes manos pueden crear a partir de las fallas de usted. Este es el Evangelio".
Hay victoria en la rendición cuando es Cristo quien nos conquista.

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