viernes, 17 de abril de 2009

¡TIEMPO DE AGRADECER!

No tengo dinero para prestarte! Fue la declaración de una joven mujer ante el quiebre del negocio de su madre… Con tres vehículos y una hermosa casa propia, campo, bienes… y después de haber sido alimentada, cuidada y educada por sus progenitores su osada respuesta fue: NO TENGO!
Fingió pasar un mal tiempo económico, habiendo heredado todo de sus padres!, La madre, siempre comprensiva dijo: mi pobre hija no tiene, no me puede ayudar…

Una de las palabras favoritas de mi escaso vocablo es: GRACIAS!. Palabra que suelo escuchar o leer muy poco.
Es que “gracias se dice con la boca pero también con los hechos”. No se si exista algo mas encantador y esperanzador que encontrarnos con una persona agradecida.

Pero no debemos esperar que el milagro del agradecimiento suceda… pues el ser humano ni siquiera agradece a su creador.

Creo que la falta de agradecimiento se produce al mirar el fruto de nuestro trabajo y convencernos de que “hemos logrado mucho”. Pasamos a ser nuestros propios dioses!

La Biblia dice en Salmo 103:2, “Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios”.

Aquí el Salmista se da una orden a sí mismo y dice: BENDICE ALMA MIA A JEHOVA!…Es decir, glorifica al Señor, reconócelo en todos tus caminos.

Luego continúa diciendo: NO OLVIDES NINGUNO DE SUS BENEFICIOS…

Abrir los ojos en la mañana… y ver la luz del día!
Comunicarte con el prójimo casi sin pensarlo siquiera…
El pan en tu mesa…
La satisfacción de amar y ser amado.
Aquellos abrazos de los llamados “amigos”.
Esos tesoros, herencia de Jehová….
Las flores que alegran nuestros paisajes y aquellos animalitos preciosos que creó para hacernos reír…
Podría continuar toda la vida intentando “no olvidar ninguno de sus beneficios”.
Te invito a hacer una lista de los beneficios de Dios para contigo, tomar un tiempo, leerlos atentamente y decirle a tu alma que AGRADEZCA a Dios.

Si logramos ser agradecidos con Dios que nos ha dado Todo… tal vez podamos aprender a ser agradecidos con aquellas personas que nos han hecho bien.

Tal vez, esperes morir para estar frente a tu creador y decirle gracias!, y de que servirá?

Tal vez esperes ver la muerte de un ser querido, un amigo, tu pastor o tus padres para llevar un ramito en tus manos.

No llegues tarde con tus flores… Es probable que la hija de la que les hablé al principio de esta reflexión, llegue en poco tiempo más a la tumba de su madre, con los ojos enrojecidos por el llanto y con un ramo de flores de alto valor…. De que servirá?

Romanos 1:21, “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido”.

No seamos de corazón necio… tomemos tiempo para agradecer a Dios y a aquellos que de alguna manera nos han hecho bien.

Janette de Contreras
Pastora-Consejera Cristiana

unvasomasfragil@hotmail.com

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