lunes, 8 de diciembre de 2008

ACUERDATE DE MI

Lectura: Lucas 23:39-43
Acuérdate de mí cuando vengas en Tu reino. -Lucas 23:42
Matthew Henshaw incluyó su nombre en el Libro Guiness de Marcas Mundiales de una manera poco común. Después de tragarse una espada de 40 centímetros de largo, ató un saco de 18 kilogramos de patatas al mango de la espada y la sostuvo por 5 segundos (no se recomienda hacer esto).
Henshaw y otros como él han hecho todo lo posible por hacer que sus nombres sean recordados en el libro de marcas más famoso del mundo. El anhelo por la inmortalidad obliga a las personas a hacer muchas cosas -algunas de ellas extraordinarias, y otras, bizarras.
La inmortalidad que Jesús ofrece no tiene nada que ver con cualquier cosa que nosotros hagamos. De hecho, después de darles a Sus discípulos la autoridad para hacer cosas verdaderamente extraordinarias (Lc. 10:17-19), Jesús dijo: «Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos» (v. 20).
En el Gólgota, un ladrón cuyo nombre no se menciona creyó en ese mensaje justo a tiempo (Lc. 23:40-42). Él entendió que la vida eterna no tenía nada que ver con lo que había hecho -bueno o malo. Tenía que ver con lo que Jesús estaba haciendo -dar Su propia vida para que incluso los indignos pudieran ser bienvenidos en el cielo por Dios. Lo importante es que Dios se acuerde de nosotros, y no los demás.
Nuestras vidas importan porque Dios nos ama.

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