domingo, 14 de septiembre de 2008

TESTIGO OCULAR

Lectura: 1 Juan 1:1-7
Lo que hemos visto y oído, os proclamamos. . . . --1 Juan 1:3.
"No creo que le interese entrevistarme para su programa de televisión --me dijo el hombre--. Necesita a alguien que sea joven y fotogénico, y yo no soy ninguna de las dos cosas." Yo contesté que de verdad lo queríamos a él porque había conocido a C. S. Lewis, el célebre escritor y tema de nuestro documental. "Señor --le dije-- cuando se trata de contar la historia de una persona, no hay nada como un testigo ocular."
Los cristianos a menudo nos referimos al hecho de compartir nuestra fe como "testificar" o "dar testimonio". Es un concepto preciso tomado directamente de la Biblia. Juan, compañero y discípulo de Jesús, escribió:
". . . nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos manifestó; lo que hemos visto y oído, os proclamamos. . ." (1 Juan 1:2-3).
Si conoces a Cristo como Salvador y has experimentado su amor, gracia y perdón, puedes hablarle de Él a otra persona. No se necesita juventud, belleza ni adiestramiento teológico. La realidad y el entusiasmo son más valiosos que un curso sobre cómo compartir tu fe.
Cuando se trata de contar a alguien la maravillosa historia de cómo Jesucristo puede transformar la vida de una persona, no hay nada como un testigo como tú.
JESÚS NO NECESITA ABOGADOS, SINO TESTIGOS.

No hay comentarios: