Lectura: Daniel 1:1-16
Se propuso Daniel en su corazón no contaminarse. . . . --Daniel 1:8.
Cuando un músico profesional de apodo Happy se hizo cristiano, dejó de tocar en clubes nocturnos y ofreció sus servicios a una misión de rescate. Cierto tiempo después recibió una llamada del gerente de un club que quería emplearlo para trabajar en un espectáculo que hubiera producido mucho dinero. Pero Happy rechazó la oferta y dijo al gerente que estaría tocando en la misión. Happy dijo: "Él me felicitó. Eso me sorprendió. El hombre quería que yo tocara para él y me estaba felicitando por rechazar su oferta." El gerente respetó la decisión de Happy.
Daniel estuvo cautivo en tierra extranjera, pero no olvidó sus principios religiosos. No podía, con limpia conciencia, comer carne que hubiera sido dedicada a un dios pagano y que no hubiera sido muerta conforme a las leyes hebreas. Pidió una ración sencilla de verduras y agua, y el mayordomo arriesgó su vida para honrar su petición. Creo que lo hizo porque Daniel se había ganado su respeto con su noble conducta.
El mundo mira con desdén a los cristianos que no viven lo que dicen que creen. Es por eso que debemos permanecer fieles a nuestras convicciones. La coherencia en el carácter es lo que nos hace ganar el respeto de los demás.
Se propuso Daniel en su corazón no contaminarse. . . . --Daniel 1:8.
Cuando un músico profesional de apodo Happy se hizo cristiano, dejó de tocar en clubes nocturnos y ofreció sus servicios a una misión de rescate. Cierto tiempo después recibió una llamada del gerente de un club que quería emplearlo para trabajar en un espectáculo que hubiera producido mucho dinero. Pero Happy rechazó la oferta y dijo al gerente que estaría tocando en la misión. Happy dijo: "Él me felicitó. Eso me sorprendió. El hombre quería que yo tocara para él y me estaba felicitando por rechazar su oferta." El gerente respetó la decisión de Happy.
Daniel estuvo cautivo en tierra extranjera, pero no olvidó sus principios religiosos. No podía, con limpia conciencia, comer carne que hubiera sido dedicada a un dios pagano y que no hubiera sido muerta conforme a las leyes hebreas. Pidió una ración sencilla de verduras y agua, y el mayordomo arriesgó su vida para honrar su petición. Creo que lo hizo porque Daniel se había ganado su respeto con su noble conducta.
El mundo mira con desdén a los cristianos que no viven lo que dicen que creen. Es por eso que debemos permanecer fieles a nuestras convicciones. La coherencia en el carácter es lo que nos hace ganar el respeto de los demás.
SI ESTÁS VIVIENDO PARA CRISTO TAL VEZ PIERDAS ALGUNOS AMIGOS, PERO NO VAS A PERDER SU RESPETO.
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