Lectura: Romanos 15:23-33
. . . que os esforcéis juntamente conmigo en vuestras oraciones a Dios por mí. --Romanos 15:30.
En su libro titulado Dear Zoe [Querido Zoe], Max De Pree escribe: "La manera de entregar a Dios los problemas es pidiendo ayuda a su pueblo."
Antes de volar a Europa por razones de negocios, Max se enteró de que su hija estaba embarazada. Sin embargo, su matrimonio tenía graves problemas. Su corazón estaba lleno de tristeza y gozo mientras oraba y trataba de entregarla al cuidado del Señor.
Al día siguiente compartió su dolor con David Hubbard, un amigo cercano, y le dijo que se sentía incómodo por tener que ir a Europa. Preguntó a David si estaría dispuesto a mantenerse en contacto con su hija, llamarla o visitarla si era necesario. David le aseguró que así lo haría. Max se sintió aliviado, pero también perplejo. Y dijo: "¿Cómo es que me siento tan aliviado al colocarla en tus manos, pero anoche, cuando la puse en manos del Señor, no me sentí tan aliviado?" David le explicó amablemente que así es como debe funcionar el cuerpo de Cristo.
El apóstol Pablo era muy consciente de eso. Al enfrentar una posible oposición de parte de incrédulos en Jerusalén, pidió a los cristianos de Roma que se unieran a él en su lucha orando para que fuera rescatado de ellos (Romanos 15:30-31).
Señor, ayúdanos a no ser tan orgullosos como para no pedir Tu ayuda pidiendo ayuda a Tus hijos.
LLEVAD LOS UNOS LAS CARGAS DE LOS OTROS, Y CUMPLID ASÍ LA LEY DE CRISTO. --GÁLATAS 6:2
. . . que os esforcéis juntamente conmigo en vuestras oraciones a Dios por mí. --Romanos 15:30.
En su libro titulado Dear Zoe [Querido Zoe], Max De Pree escribe: "La manera de entregar a Dios los problemas es pidiendo ayuda a su pueblo."
Antes de volar a Europa por razones de negocios, Max se enteró de que su hija estaba embarazada. Sin embargo, su matrimonio tenía graves problemas. Su corazón estaba lleno de tristeza y gozo mientras oraba y trataba de entregarla al cuidado del Señor.
Al día siguiente compartió su dolor con David Hubbard, un amigo cercano, y le dijo que se sentía incómodo por tener que ir a Europa. Preguntó a David si estaría dispuesto a mantenerse en contacto con su hija, llamarla o visitarla si era necesario. David le aseguró que así lo haría. Max se sintió aliviado, pero también perplejo. Y dijo: "¿Cómo es que me siento tan aliviado al colocarla en tus manos, pero anoche, cuando la puse en manos del Señor, no me sentí tan aliviado?" David le explicó amablemente que así es como debe funcionar el cuerpo de Cristo.
El apóstol Pablo era muy consciente de eso. Al enfrentar una posible oposición de parte de incrédulos en Jerusalén, pidió a los cristianos de Roma que se unieran a él en su lucha orando para que fuera rescatado de ellos (Romanos 15:30-31).
Señor, ayúdanos a no ser tan orgullosos como para no pedir Tu ayuda pidiendo ayuda a Tus hijos.
LLEVAD LOS UNOS LAS CARGAS DE LOS OTROS, Y CUMPLID ASÍ LA LEY DE CRISTO. --GÁLATAS 6:2
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