viernes, 22 de agosto de 2008

PREDIDA Y GANANCIA

Lectura: Lucas 24:13-35
Entonces les fueron abiertos los ojos y le reconocieron; pero Él desapareció de la presencia de ellos. --Lucas 24:31.
Un equipo de fútbol de una escuela secundaria de Tejas comenzó la temporada 2002 con una racha de 57 juegos ganados y esperanzas de un quinto campeonato consecutivo estatal. A pesar de perder a su entrenador de mucho tiempo y competir contra escuelas más grandes, el equipo Celina Bobcats permaneció invicto durante toda la temporada regular. Pero entonces perdieron por un punto el juego de la serie de los cuartos de finales. Pareció el fin del mundo, aunque habían ganado 68 juegos consecutivos y cinco campeonatos en siete años.
Cuando nuestros sueños se hacen trizas y nuestros corazones se quebrantan, puede que sintamos que todo se ha perdido y que nada se ha ganado. Se necesita el toque de Dios para que abra nuestros ojos y veamos la gloria mayor de su plan.
Cuando el Cristo crucificado y resucitado se unió a los dos discípulos en el camino a Emaús, ellos estaban afligidos por la muerte de Él. "Nosotros esperábamos que Él era el que iba a redimir a Israel" (Lucas 24:21), dijeron a Jesús, a quien no reconocieron. Pero Jesús dijo: "¿No era necesario que el Cristo padeciera todas estas cosas y entrara en su gloria?" (v.26). Posteriormente se dieron cuenta de que habían estado conversando con Jesús. ¡Estaba vivo!
En nuestra época de pérdida, el Señor resucitado viene a nosotros con consuelo y paz, revelando su gloria y la eterna ganancia que es nuestra gracias a su cruz.
LOS DOLORES DEL PRESENTE PUEDEN CONDUCIR A GANANCIAS PERMANENTES.

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