miércoles, 13 de agosto de 2008

LA CRUZ HABLA

Lectura: Hechos 2:22-39
. . . Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras . . . y . . . resucitó al tercer día. . . . --1 Corintios 15:3-4.
Las cruces decoran las torres de las iglesias y designan tumbas. A veces marcan el lugar donde ha muerto alguien en un accidente de carretera. Y a menudo la gente la usa en joyería.
Las cruces recuerdan a la gente a Jesucristo. Yo me di cuenta de esto cuando un hombre de negocios, al ver una pequeña cruz de oro en mi solapa, me preguntó: "¿Por qué cree usted en Cristo?" Me alegré de la oportunidad de compartir mi fe con él.
Jesús murió en la cruz por nosotros, pero no adoramos a un Salvador muerto. El cuerpo de nuestro Señor fue bajado de la cruz y colocado en una tumba. Y al tercer día, Él salió en un cuerpo glorificado.
La cruz nos habla del cuadro completo: la muerte expiatoria de nuestro Señor para pagar el precio por nuestros pecados, así como su gloriosa resurrección para librarnos del poder de la muerte.
Si no fuera por lo que Cristo hizo en la cruz, todos seríamos culpables delante de Dios y no tendríamos esperanza ante la muerte. Pero por medio de la fe en Él recibimos el perdón de todos nuestros pecados y la seguridad de que la muerte no puede retenernos.
¿Has mirado la cruz y puesto tu confianza en Aquel que murió allí? Es el único remedio seguro y perfecto para la culpa y el temor.
LA CRUZ DE CRISTO ES LA ENCRUCIJADA ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO.

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