Lectura: Proverbios 2:1-6
Si la buscas como a plata, y la procuras como a tesoros escondidos, entonces entenderás . . . descubrirás el conocimiento de Dios. --Proverbios 2:4-5.
Justino Mártir fue un hombre del siglo II que buscó la verdad con anhelo. Leyó los escritores clásicos griegos examinando y analizando toda filosofía desde todos los ángulos. Buscó discernimiento, sobre todo la respuesta a su deseo de alcanzar pureza sexual. Pero todo esfuerzo fue en vano. Justino escribió: "Al final, todo demostró no tener fe, y tarde o temprano traicionaba el amor."
Un día, mientras vagaba sin rumbo por la playa, se encontró con un anciano que habló a su corazón como nadie lo había hecho antes. Lo llevó a Dios por medio de Jesucristo, y en ese sencillo testimonio, Justino encontró el conocimiento que había buscado toda su vida: "el conocimiento de Dios" (Proverbios 2:4-5).
Tal vez tú, igual que Justino Mártir, estés buscando discernimiento, tratando de encontrar por todas partes la respuesta a tu anhelo de la verdad. Has leído mucho y pensado seriamente en la vida, pero no encuentras respuestas que satisfagan las profundas necesidades de tu alma. Si es así, lee los evangelios, los primeros cuatro libros del Nuevo Testamento. Mientras lees, clama a Dios para que te dé entendimiento. Él te va a escuchar, y tú también hallarás el conocimiento de Dios por medio de Jesucristo (Juan 17:3).
Dios no fuerza la verdad en aquellos que no la quieren, pero escucha los clamores de los que la piden. Como dijo Jesús: "Pedid y recibiréis" (Juan 16:24).
SI QUIERES ENCONTRAR LA VERDAD, MIRA A CRISTO.
Si la buscas como a plata, y la procuras como a tesoros escondidos, entonces entenderás . . . descubrirás el conocimiento de Dios. --Proverbios 2:4-5.
Justino Mártir fue un hombre del siglo II que buscó la verdad con anhelo. Leyó los escritores clásicos griegos examinando y analizando toda filosofía desde todos los ángulos. Buscó discernimiento, sobre todo la respuesta a su deseo de alcanzar pureza sexual. Pero todo esfuerzo fue en vano. Justino escribió: "Al final, todo demostró no tener fe, y tarde o temprano traicionaba el amor."
Un día, mientras vagaba sin rumbo por la playa, se encontró con un anciano que habló a su corazón como nadie lo había hecho antes. Lo llevó a Dios por medio de Jesucristo, y en ese sencillo testimonio, Justino encontró el conocimiento que había buscado toda su vida: "el conocimiento de Dios" (Proverbios 2:4-5).
Tal vez tú, igual que Justino Mártir, estés buscando discernimiento, tratando de encontrar por todas partes la respuesta a tu anhelo de la verdad. Has leído mucho y pensado seriamente en la vida, pero no encuentras respuestas que satisfagan las profundas necesidades de tu alma. Si es así, lee los evangelios, los primeros cuatro libros del Nuevo Testamento. Mientras lees, clama a Dios para que te dé entendimiento. Él te va a escuchar, y tú también hallarás el conocimiento de Dios por medio de Jesucristo (Juan 17:3).
Dios no fuerza la verdad en aquellos que no la quieren, pero escucha los clamores de los que la piden. Como dijo Jesús: "Pedid y recibiréis" (Juan 16:24).
SI QUIERES ENCONTRAR LA VERDAD, MIRA A CRISTO.
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