Lectura: Colosenses 3:12-17
. . . si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. --Colosenses 3:13.
Estudios realizados por varios psicólogos demuestran que no son las grandes riquezas las que hacen feliz a la gente, sino los amigos y el perdón. Comentando sobre estos descubrimientos en un artículo de la revista USA Today, Marilyn Elias dice: "Las personas más felices se rodean de familiares y amigos, no necesitan competir materialmente con sus vecinos, se concentran en las actividades diarias, y lo que es más importante, perdonan fácilmente."
El psicólogo Christopher Peterson, de la Universidad de Michigan, dice que la capacidad de perdonar a los demás es el rasgo que más vinculado está a la felicidad. Él la llama "la reina de todas las virtudes, y probablemente la más difícil de conseguir".
Un espíritu que no perdona es muchas veces la última fortaleza emocional que cedemos al poder de Dios. Incluso como cristianos podemos aferrarnos a la ira y la amargura, sintiendo que los que nos han hecho daño deberían sufrir por sus ofensas. Pero cuando nos damos cuenta de lo mucho que Dios nos ha perdonado, nos sentimos obligados a ser misericordiosos con los demás. La Biblia nos apremia a revestirnos "de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia . . . como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros" (Colosenses 3:12-13).
El perdón es el mandamiento de Dios para nosotros y forma parte de una vida de amor, paz, gratitud y alabanza (vv.14-16). De gracia fuimos perdonamos; perdonemos de gracia.
. . . si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. --Colosenses 3:13.
Estudios realizados por varios psicólogos demuestran que no son las grandes riquezas las que hacen feliz a la gente, sino los amigos y el perdón. Comentando sobre estos descubrimientos en un artículo de la revista USA Today, Marilyn Elias dice: "Las personas más felices se rodean de familiares y amigos, no necesitan competir materialmente con sus vecinos, se concentran en las actividades diarias, y lo que es más importante, perdonan fácilmente."
El psicólogo Christopher Peterson, de la Universidad de Michigan, dice que la capacidad de perdonar a los demás es el rasgo que más vinculado está a la felicidad. Él la llama "la reina de todas las virtudes, y probablemente la más difícil de conseguir".
Un espíritu que no perdona es muchas veces la última fortaleza emocional que cedemos al poder de Dios. Incluso como cristianos podemos aferrarnos a la ira y la amargura, sintiendo que los que nos han hecho daño deberían sufrir por sus ofensas. Pero cuando nos damos cuenta de lo mucho que Dios nos ha perdonado, nos sentimos obligados a ser misericordiosos con los demás. La Biblia nos apremia a revestirnos "de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia . . . como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros" (Colosenses 3:12-13).
El perdón es el mandamiento de Dios para nosotros y forma parte de una vida de amor, paz, gratitud y alabanza (vv.14-16). De gracia fuimos perdonamos; perdonemos de gracia.
CUANDO PAREZCA QUE NO PUEDES PERDONAR, RECUERDA LO MUCHO QUE HAS SIDO PERDONADO.
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