Lectura: 2 Crónicas 26
. . . y mientras buscó al Señor, Dios le prosperó. --2 Crónicas 26:5.
Es trágico ver a alguien que empieza bien en la vida y luego termina mal. Esa es la historia de la vida de Uzías. Lo nombraron rey a la tierna edad de 16 años. A pesar de ser tan joven leemos que "hizo lo recto ante los ojos del Señor.. . . Y persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, quien tenía entendimiento por medio de la visión de Dios; y mientras buscó al Señor, Dios le prosperó" (2 Crónicas 26:4-5).
La fama de Uzías se divulgó y su ejército se hizo más fuerte (v.8). Él tenía 2.600 jefes de familias y 307.500 soldados que lo ayudaron a derrotar a sus enemigos (vv.12-13).
Lamentablemente leemos después: "Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina" (v.16, RV-60). Uzías no se acordó de Aquel que le había dado éxito y de los que le habían dado un consejo piadoso. Pecó contra el Señor cuando quemó incienso en el templo, y Dios lo hirió con lepra (vv.16-19). "Quedó leproso hasta el día de su muerte" (v.21).
Para terminar bien tenemos que evitar tener un corazón "enaltecido". Recordemos a menudo la advertencia que hace Proverbios 16:18: "Delante de la destrucción va el orgullo, y delante de la caída, la altivez de espíritu." Y sigamos buscando al Señor, obedeciéndole y dándole gracias por todo lo que ha hecho.
SI TE TRAGAS EL ORGULLO NO TE DARÁ INDIGESTIÓN.
. . . y mientras buscó al Señor, Dios le prosperó. --2 Crónicas 26:5.
Es trágico ver a alguien que empieza bien en la vida y luego termina mal. Esa es la historia de la vida de Uzías. Lo nombraron rey a la tierna edad de 16 años. A pesar de ser tan joven leemos que "hizo lo recto ante los ojos del Señor.. . . Y persistió en buscar a Dios en los días de Zacarías, quien tenía entendimiento por medio de la visión de Dios; y mientras buscó al Señor, Dios le prosperó" (2 Crónicas 26:4-5).
La fama de Uzías se divulgó y su ejército se hizo más fuerte (v.8). Él tenía 2.600 jefes de familias y 307.500 soldados que lo ayudaron a derrotar a sus enemigos (vv.12-13).
Lamentablemente leemos después: "Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina" (v.16, RV-60). Uzías no se acordó de Aquel que le había dado éxito y de los que le habían dado un consejo piadoso. Pecó contra el Señor cuando quemó incienso en el templo, y Dios lo hirió con lepra (vv.16-19). "Quedó leproso hasta el día de su muerte" (v.21).
Para terminar bien tenemos que evitar tener un corazón "enaltecido". Recordemos a menudo la advertencia que hace Proverbios 16:18: "Delante de la destrucción va el orgullo, y delante de la caída, la altivez de espíritu." Y sigamos buscando al Señor, obedeciéndole y dándole gracias por todo lo que ha hecho.
SI TE TRAGAS EL ORGULLO NO TE DARÁ INDIGESTIÓN.
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