sábado, 21 de junio de 2008

RAZONES PARA REGOCIJARTE

Lectura: 1 Pedro 1:1-9
. . . a quien ahora no veis . . . y os regocijáis grandemente con gozo inefable y lleno de gloria. --1 Pedro 1:8.
El Nuevo Testamento nos da muchas razones para regocijarnos. Por ejemplo, Jesús dijo: «. . . regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos» (Lucas 10:20). El apóstol Pablo habló de las razones por las que los creyentes pueden regocijarse «con gozo inefable» (1 Pedro 1:8). No se nos pide que finjamos que los problemas no existen, sino que nos regocijemos incluso en medio de ellos.
La palabra regocijo me recuerda a mi amiga Carol. Ella optó por regocijarse a lo largo de su lucha contra el cáncer. Su vida cristiana empezó a las pocas horas de haber sido operada cuando oró y confió en el Señor para salvación. Durante su recuperación caminaba por los corredores del hospital diciendo a todo el mundo: «¡Qué día tan hermoso! ¿verdad?»
Puesto que le habían sacado uno de los ojos, Carol tenía muchos parches decorativos que le combinaban bien con sus vestidos. Todos los días se deleitaba al escoger un parche atractivo para su ojo, sobre todo cuando compartía su testimonio. Cuando quedó confinada a un lecho, colgó un cartel grande al pie de la cama que decía: «¡REGOCÍJATE!» La última vez que la visité antes de morir me señaló el cartel y dijo susurrando: «¡REGOCÍJATE!»
La razón de Carol para regocijarse era su profunda gratitud a Jesús por amarla y salvarla. Sea lo que fuere que estés enfrentando hoy, deja que la razón de Carol para regocijarse sea también la tuya.
SI CONOCES A CRISTO, SIEMPRE TIENES RAZONES PARA REGOCIJARTE.

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