martes, 17 de junio de 2008

BUSCA LO BUENO

Lectura: 1 Tesalonicenses 1
Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros, haciendo mención de vosotros en nuestras oraciones. --1 Tesalonicenses 1:2.
Leí acerca de un niño que se había portado mal. Durante las devociones familiares, el padre oró por su hijo y mencionó una serie de cosas malas que el niño había hecho. Poco tiempo después, la madre escuchó al niño sollozando. Cuando le preguntó qué le pasaba el niño exclamó: «Papi siempre le dice a Dios cosas malas de mí. Nunca le dice las cosas buenas que hago.»
Lo que le sucedió a ese niño recalca una falta que es común en muchos de nosotros. En vez de reconocer lo bueno en la gente tendemos a notar sus faltas. Podríamos aprender del ejemplo del apóstol Pablo. En su carta a sus hijos e hijas espirituales de Tesalónica escribió: «Siempre damos gracias a Dios por todos vosotros» (v.2). Él recordaba «[su] obra de fe, [su] trabajo de amor y la firmeza de [su] esperanza (v.3). Les dijo que puesto que habían recibido «la palabra, en medio de mucha tribulación, con el gozo del Espíritu Santo» eran un ejemplo para los demás (vv.6-7). Dijo que saliendo de ellos, «la palabra del Señor ha resonado . . . por todas partes» (v.8). Las palabras de Pablo deben haberlos alentado y motivado a realizar un servicio aun mayor para el Señor.
Debemos estar más prestos para alabar que para condenar. Cuando veamos algo bueno en los demás, digámoselos. Los alentaremos y eso es exactamente lo que ellos necesitan.
LA CORRECCIÓN HACE MUCHO, PERO EL ALIENTO HACE MÁS.

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