Lectura: 1 Timoteo 2:1-8
Exhorto, pues, ante todo que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres. --1 Timoteo 2:1.
Hoy, como siempre, existe una urgente necesidad de que oremos «por todos los que están en autoridad» (1 Timoteo 2:2). Pero ¿incluye la palabra todos a los líderes más malvados? ¿Existen personas en posiciones de poder e influencia que estén más allá de la ayuda de la oración?
La respuesta a esta pregunta se puede encontrar notando la palabra pues en el versículo 1, la cual llama nuestra atención al contexto inmediato. En 1 Timoteo 1:12-17, Pablo admitió que una vez fue blasfemo, perseguidor y un hombre violento (v.13). Afirmó categóricamente que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores. Luego añadió esta significativa frase: «entre los cuales yo soy el primero» (v.15).
Pablo explicó que recibió la misericordia de Dios para que Cristo demostrara su gracia ilimitada en él como patrón para aquellos que van a creer en Él en el futuro (v.16). De hecho, Pablo estaba diciendo: «Si yo, que soy el peor de todos los pecadores, puedo ser salvo, cualquiera puede serlo.» Pablo, pues, nos exhortó a orar por todos los que están en autoridad, porque Dios nuestro Salvador desea que todos sean salvos y acepten Su verdad (2:4).
Así que oremos, no sólo para que los líderes honorables actúen sabiamente, sino también para que los líderes impíos sean salvos. Sí, Dios puede salvar a cualquiera.
PARA INFLUIR A LOS LÍDERES PARA DIOS, INTERCEDE ANTE DIOS POR LOS LÍDERES.
Exhorto, pues, ante todo que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres. --1 Timoteo 2:1.
Hoy, como siempre, existe una urgente necesidad de que oremos «por todos los que están en autoridad» (1 Timoteo 2:2). Pero ¿incluye la palabra todos a los líderes más malvados? ¿Existen personas en posiciones de poder e influencia que estén más allá de la ayuda de la oración?
La respuesta a esta pregunta se puede encontrar notando la palabra pues en el versículo 1, la cual llama nuestra atención al contexto inmediato. En 1 Timoteo 1:12-17, Pablo admitió que una vez fue blasfemo, perseguidor y un hombre violento (v.13). Afirmó categóricamente que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores. Luego añadió esta significativa frase: «entre los cuales yo soy el primero» (v.15).
Pablo explicó que recibió la misericordia de Dios para que Cristo demostrara su gracia ilimitada en él como patrón para aquellos que van a creer en Él en el futuro (v.16). De hecho, Pablo estaba diciendo: «Si yo, que soy el peor de todos los pecadores, puedo ser salvo, cualquiera puede serlo.» Pablo, pues, nos exhortó a orar por todos los que están en autoridad, porque Dios nuestro Salvador desea que todos sean salvos y acepten Su verdad (2:4).
Así que oremos, no sólo para que los líderes honorables actúen sabiamente, sino también para que los líderes impíos sean salvos. Sí, Dios puede salvar a cualquiera.
PARA INFLUIR A LOS LÍDERES PARA DIOS, INTERCEDE ANTE DIOS POR LOS LÍDERES.
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