jueves, 20 de octubre de 2011

MANO AUXILIADORA

Lectura: Proverbios 31:10-20.
"Alarga su mano al pobre…" Proverbios 31:20
En la década del 30, el jockey Johnny Longden fue embestido en mitad de una carrera. Mientras los briosos caballos se acercaban por detrás, Johnny fue empujado hacia un costado de su corcel. Al ver el aprieto en que estaba, otro jockey extendió su brazo para tratar de volver a colocar a Longden sobre la montura. Desafortunadamente, el empujón fue demasiado fuerte y el jinete voló por encima del animal hacia el otro lado. Ante esto, otro jockey que estaba cerca lo sostuvo y pudo ayudarlo a ubicarse a salvo sobre el caballo. Lo más asombroso fue que ¡Longden ganó la carrera! Un periódico lo tituló «la imposibilidad extrema». Las manos voluntariosas no sólo lo salvaron de sufrir heridas graves y de una posible muerte, sino que le permitieron obtener el primer puesto.
Como creyentes, nosotros también debemos ofrecer una mano de ayuda a los demás. En Proverbios 31, leemos sobre la mujer virtuosa que «alarga su mano al pobre, y extiende sus manos al menesteroso» (v. 20). Durante siglos, la compasión de esta mujer de fe ha sido un incentivo tanto para hombres como para mujeres. Ella nos ayuda a recordar que brindarnos a los demás es una virtud bíblica que todos los creyentes deben exhibir.
Hay muchos que están luchando con situaciones difíciles o que han caído al enfrentarlas, y necesitan nuestro socorro. ¿Hay alguien a tu alrededor que precisa una mano auxiliadora?
Dios suele enviar Su ayuda mediante manos humanas.

EL PACIENTE DE LA VENTANA

Dos hombres, gravemente enfermos, compartían el mismo cuarto en un hospital.

A uno de ellos lo hacían sentar una hora por día recostado en su respaldo para favorecer un drenaje. Su cama daba a la única ventana del cuarto. La cama del otro, en la otra extremidad quedaba al margen de toda posibilidad de ver hacia afuera.

Los enfermos, tanto como podían, pasaban horas conversando desde sus camas, evocando sus familias, sus trabajos, sus amigos, sus viajes…
Cuando sentaban al enfermo de la ventana en su cama, éste pasaba su hora de tratamiento describiendo a su compañero lo que veía al exterior. Había un hermoso bosque en donde frecuentemente se veían animales.

Un lago en donde los cisnes nadaban y los niños entusiasmados hacían navegar sus barquitos a vela. Un césped y un jardín en donde se diría que las flores habían sido coloreadas por el arco iris. El enfermo del otro extremo del cuarto, desde hacía días había comenzado a vivir de nuevo a través de las animadas escenas descritas por su amigo de la ventana. Este le contaba que los jóvenes enamorados caminaban unidos por el brazo. Más lejos dos esposos se divertían con sus niños haciendo volar un barrilete.

Y ahora, cosa inesperada, una banda de músicos uniformados con vivos colores pasaba a lo largo del lago atrayendo los paseantes. Claro que la ventana cerrada impedía a los enfermos oír la música. Lástima, pero evidentemente y a juzgar por el entusiasmo de la gente descrito por el relator, debían tocar muy bien. Mientras el hombre de la ventana describía las imágenes que desfilaban ante sus ojos, el otro cerraba los suyos e imaginaba las pintorescas escenas. Los días y las semanas pasaban, y cada día el hombre del fondo del cuarto esperaba con cierta ilusión las descripciones de su amigo.

Una mañana, la enfermera llegó para lavar a los pacientes, y encontró con tristeza el cuerpo sin vida del enfermo de la ventana que se había ido paciblemente durante el sueño. Llamó a los dependientes del hospital para que retiraran el cuerpo.

Tiempo después, y tan pronto como le pareció oportuno, el otro enfermo, no sin tristeza pidió a la enfermera si podía desplazarlo al lugar de la ventana. Esperaba ver por sus propios ojos las coloridas imágenes que durante tantos días su amigo le había transmitido.
La enfermera, contenta de poder proporcionarle ese servicio, lo cambió de lugar, y en cuanto constató que el enfermo estaba cómodo lo dejó sólo.

Lentamente éste se deslizó en su cama, hasta lograr incorporarse lo suficiente para mirar a través de la ventana. Pero para su inesperada sorpresa, delante de él y pocos metros hacia afuera, se interponía un enorme muro blanco.

Contrariado, el enfermo preguntó más tarde a la enfermera, cuál razón habría llevado a su compañero fallecido a describirle tantas falsas escenas. “Imposible que las viera”, contestó la enfermera, su compañero era ciego, y evidentemente no podía ni siquiera ver el muro de enfrente. El inventó todo, porque seguramente deseaba comunicarle a usted la alegría de vivir.”

Hacer felices a los otros es el secreto de la propia felicidad. La economía de la alegría es extraña.
Un dolor compartido se reduce a la mitad, pero la felicidad compartida se multiplica al doble.

1 Pedro 1:22
Habiendo purificado vuestra almas en la obediencia de la verdad, por el Espíritu, en caridad hermanable sin fingimiento, amaos unos á otros entrañablemente de corazón puro.

2 Corintios 1:7
Y nuestra esperanza de vosotros es firme; estando ciertos que como sois compañeros de las aflicciones, así también lo sois de la consolación.

Romanos 15:13
Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz creyendo, para que abundéis en esperanza por la virtud del Espíritu Santo.

imagenes cristianas de amor. reflexion cristianas

viernes, 14 de octubre de 2011

ORACION POR JAVIER ABAB NIÑO

PETICION ESPECIAL:
PARA TODOS LOS HEMANOS QUE SIGAN ESTE BLOG.
RUEGO QUE PERSEVEREMOS UNANIMES EN ORACION Y RUEGO
POR JAVIER ABAD PARA QUE DIOS EN SU INMENSA MISERICORDIA
LO SANE Y LE DE ANIMO .
LA ORACION DEL JUSTO PUEDE MUCHO.
GRACIAS Y QUE DIOS OS BENDIGA.

miércoles, 12 de octubre de 2011

RECORDATORIO VISBLE

Lectura: Colosenses 3:1-10.
"Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra" Colosenses 3:2
¿Cuál es la primera imagen que ves al encender tu computadora? Tal vez sea un retrato de la familia, una fotografía especial de las vacaciones o, quizá, tu deportista profesional favorito.
¿Y si fuera la obra de un artista que represente a Jesús? Una vez, un hombre me escribió sobre su larga batalla contra la pornografía, un ciclo desalentador con épocas de éxito seguidas de nuevas incursiones aplastantes en un mundo informático de lujuria vacía. Al final, descubrió que colocar un recordatorio visible de Jesús en un extremo de la pantalla de su ordenador lo ayudó a conseguir una victoria permanente. Ese recordatorio constante de Aquel que lo había liberado hizo que los ofensivos sitios de la web perdieran atractivo. El hombre no estaba valiéndose de un amuleto para la buena suerte mediante un programa de computación, sino que utilizaba un simple recordatorio de la enseñanza de Colosenses 3, donde Pablo dijo: «Haced morir, […] fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia…» (v. 5).
Cuando miramos a Jesús, Él se convierte en un poderoso recordatorio de que nuestra antigua vida ha muerto y que ahora «está escondida con Cristo en Dios» (v. 3). Ya sea que se trate de un versículo pegado en el tablero de mando de tu automóvil o de una foto en tu computadora, escoge un método tangible de elevar tus pensamientos a la presencia del Señor.
La mejor manera de estar lejos del pecado es que Jesús esté entre tú y la tentación.

sábado, 8 de octubre de 2011

IMAGINA

Lectura: Juan 14:1-6.
"No se turbe vuestro corazón" Juan 14:1
Los jóvenes de nuestra iglesia hicieron lo que pudieron para «representar el cielo». Era la época del banquete de primavera, y los creativos adolescentes usaron luces, espuma de poliestireno y otros materiales para convertir el salón en lo más parecido a su idea de cómo es el cielo.
El tema del banquete era «Sólo puedo imaginar», título de una canción de MercyMe. Nuestra hija Melissa ayudaba a transformar la iglesia. Cuando fui a ver cómo les iba a estos jóvenes, ella estaba trepada en las vigas colgando estrellas. La noche del banquete, mi esposa y yo pudimos escuchar a una de sus amigas que cantaba esa canción lema mientras todos nosotros pensábamos en aquel lugar lejano llamado cielo.
Desde luego que nunca nos habríamos imaginado que, sólo seis semanas más tarde, Melissa entraría al cielo verdadero. Lo imaginado se haría realidad.
Jesús nos habló del cielo con el propósito de tranquilizar nuestro corazón. Dijo: «No se turbe vuestro corazón […]. En la casa de mi Padre muchas moradas hay […]; voy, pues, a preparar lugar para vosotros» (Juan 14:1-2).
El cielo es un lugar preparado para corazones también preparados; un sitio de belleza, esplendor y majestad inimaginables. Allí Dios cuida a nuestros seres queridos creyentes y, un día, también nos cuidará a nosotros. ¡Imagina el cielo y regocíjate!
Jesús está preparando un lugar para nosotros y preparándonos a nosotros para ese lugar.