miércoles, 2 de marzo de 2011

CRITIANOS (MARCOS VIDAL)

UN SOLO CORAZÓN PARA LOS DOS

Los síntomas eran claros e inequívocos, y los médicos no se hicieron ilusiones. El cuerpo de Donna Ashlock, de diecisiete años, empezaba a rechazar el corazón de Félix Garza, de quince, implantado en ella tres años antes. A la muchacha la llevaron al hospital y la pusieron en cuidados intensivos. Pero la naturaleza respondió negativamente, y Donna murió el 7 de marzo de 1989. Durante tres años ella había vivido con el corazón de Félix. Dos personas, dos seres, dos vidas jóvenes: un solo corazón.

He aquí el ideal de todo noviazgo, de todo matrimonio. Dos vidas, dos personas, dos voluntades, pero un solo corazón. Un solo corazón para tener los mismos sentimientos, sufrir las mismas penas, gozar las mismas alegrías.

Félix murió de un aneurisma cerebral. Presintiendo su muerte, había donado su corazón a Donna, que lo necesitaba. Donna tenía catorce años, y vivió tres años con el corazón de Félix.

¿Qué hace que un matrimonio sea estable y duradero? El amor. ¿Cómo se fundamenta el buen amor? Cuando ambos corazones, el de él y el de ella, laten al unísono. ¿Cómo hacer que ambos corazones latan juntos? Ese es el gran secreto de un matrimonio duradero, estable y feliz. ¿Cómo se logra eso? La palabra clave es «compromiso». Esos votos que uno y otro se hacen ante el clérigo, los testigos y Dios, tienen que ser más que sonidos y articulaciones. Tienen que estar fundamentados en un compromiso, una lealtad, una unión de por vida. No puede haber siquiera la posibilidad de separación o divorcio. El compromiso es la clave. Él jura lealtad y amor eterno a ella, y ella jura lealtad y amor eterno a él.

Creemos que todo matrimonio comienza con esos ideales, pero algo pasa: enfriamiento, hastío, disgusto y, a partir de ahí, peleas e infidelidades, y al final el divorcio.

¿Qué ha ocurrido en los matrimonios fracasados? Para responder a eso hay que apelar a lo espiritual. El salmista dijo: «Si el Señor no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles» (Salmo 127:1). Es que los cónyuges hicieron caso omiso del gran edificador de hogares.

Si Dios no es el centro de nuestra vida y de nuestro hogar, fracasará nuestra familia. Cristo está a la puerta de nuestro matrimonio y nos pide que le permitamos entrar. Abrámosle hoy la puerta de nuestro corazón y de nuestro matrimonio.

Hermano Pablo

martes, 1 de marzo de 2011

EL MILAGRO ( MARCOS VIDAL)

EL CIRCO MARIPOSA

EL CIRCO MARIPOSA

FUERZA EN DEBILIDAD

Lectura: Mateo 20:20-28.
"El que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro siervo” Mateo 20:26.Nadie quiere ser débil; entonces, buscamos cómo parecer fuertes. Algunos usamos el poder de nuestras emociones para manipular a las personas; otros, la fuerza de la personalidad para controlarlas; e incluso algunos también usan el intelecto para intimidar. Aunque estas cosas parecen muestras de fortaleza, son signos de debilida.Cuando somos realmente fuertes, tenemos valor para admitir nuestras limitaciones y reconocer nuestra dependencia de Dios. En consecuencia, la verdadera fortaleza suele parecerse mucho a la debilidad. Cuando el apóstol Pablo oró para que le fuera quitada una aflicción que padecía, Dios respondió: «Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad» (2 Corintios 12:9). Pablo respondió con estas paradójicas palabras: «Cuando soy débil, entonces soy fuerte» (v. 10).Cerca del final del ministerio terrenal de Jesús, algunos de Sus discípulos luchaban por conseguir lugares destacados. El Señor utilizó su discusión como una oportunidad para enseñarles que, en Su reino, las cosas son distintas: la grandeza se logra cuando estamos dispuestos a asumir posiciones de debilidad (Mateo 20:26).Esta es una verdad difícil. Prefiero la ilusión de la fortaleza en vez de la realidad de la debilidad. Pero Dios quiere que entendamos que la verdadera fuerza aparece cuando dejamos de intentar controlar a la gente y comenzamos a servirle a Él
.
El máximo poder de Dios puede demostrarse en nuestra mayor debilidad.