sábado, 4 de septiembre de 2010

REFLEXIONES DE ORO

El hombre puede vivir por unos cuarenta días sin alimento, por unos tres días sin agua, por unos ocho minutos sin aire… pero solo por un segundo sin esperanza. –Hal Lindsey

O tomamos control del día o el día tomará el control de nosotros. –Jim Rohn

La vida es como una bicicleta de diez velocidades. La mayoría de nosotros tiene engranajes que nunca usamos. –Charles M. Shultz

Una vida vivida con integridad –aún si le faltan los atavíos de la fama y la fortuna– es una estrella brillante a cuya luz otros podrán ser guiados en años por venir. –Denis Waitley

La motivación nos ayuda a andar, pero el hábito nos lleva al final. –Zig Ziglar

Cambiemos lo cambiable, aceptemos lo incambiable, y apartémonos de lo inaceptable. –Denis Waitley

Nosotros somos el único problema que jamás tendremos y también somos la única solución. –Bob Proctor

Descubriremos, cuando miremos atrás en nuestras vidas que los momentos que realmente disfrutamos fueron aquellos en los que hicimos cosas en el espíritu del amor. –Henry Drummond

Mi padre me dio el mejor regalo que alguien nos puede dar: creyó en mí. –Jim Valvano

A veces, el hombre más pobre le lega a sus hijos la herencia más rica. –Ruth E. Renkel

El fracaso no es un único evento cataclísmico. Uno no puede fracasar de la noche a la mañana. Por lo contrario, el fracaso consiste en unos pocos errores de juicio, repetidos diariamente. –Jim Rohn

Nuestras dudas son traidoras que nos hacen perder lo bueno que pudiésemos frecuentemente ganar por temer a intentarlo. –William Shakespeare

Todos somos confrontados con una serie de grandes oportunidades brillantemente disfrazadas como situaciones imposibles. –Charles Swindoll

La diferencia entre perseverancia y obstinación es que la primera a menudo se origina en una fuerte voluntad de hacer y la otra en una fuerte objeción. –Henry Ward Beecher

La auto-estima y el amor a uno mismo son los opuestos del temor; entre más nos gustamos, menos tememos a las cosas. –Brian Tracy

Pero por encima de todas las Reflexiones , las que màs nos dirigen a la eternidad son las reflexiones de la Palabra de Dios. Nunca dejemos de alimentar el espìritu con la Palabra Divina.

He aquí, hoy me voy por el camino de toda la tierra, y vosotros sabéis con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma que ninguna de las buenas palabras que el SEÑOR vuestro Dios habló acerca de vosotros ha faltado; todas os han sido cumplidas, ninguna de ellas ha faltado. Josuè 23:14.

El camino de Dios es perfecto; la palabra del Señor es intachable. Escudo es Dios a los que en él se refugian. Salmo 18:30.

VIAJES

Lectura: Filipenses 1:8-18.
"Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio" Filipenses 1:12
En un mapa en la parte de atrás de mi Biblia, se muestran cada uno de los viajes misioneros de Pablo con una línea de color y flechas que indican la dirección de su travesía. En los primeros tres viajes, las flechas se dirigen lejos de su punto de partida y giran hacia un punto de retorno. Sin embargo, en el cuarto viaje, Pablo estaba viajando como un prisionero, rumbo a un juicio ante César, y las flechas sólo apuntan en dirección de ida, terminando en Roma.
Podríamos estar tentados a llamar a éste un momento infortunado en la vida de Pablo, si no fuera por su visión de que Dios le estaba guiando y usando tanto en este viaje como lo había hecho en los otros tres.
Él escribió: «Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio, de tal manera que mis prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el pretorio, y a todos los demás. Y la mayoría de los hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin temor» (Filipenses 1:12-14).
Aun cuando nuestro viaje en la vida esté marcado por el confinamiento y las limitaciones, podemos estar seguros de que el Señor animará a los demás por medio de nosotros cuando hablemos Su Palabra y confiemos en Él.
Para el cristiano, lo que parece un desvío puede ser un nuevo camino hacia la bendición.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

RECORDATORIOS DEL AMOR

Lectura: Juan 19:1-7,16-18.
"Dios es amor" 1 Juan 4:8
Después de que Estados Unidos entró en la Segunda Guerra Mundial en 1941, Estelle trató de convencer a su novio, Sidney, de que no se uniera al ejército. Pero él se alistó y comenzó su entrenamiento en abril del año siguiente. Durante los tres años que siguieron, él le escribió a ella cartas de amor —525 en total. Entonces, en marzo de 1945, ella supo que su amado prometido había muerto en combate.
Aunque Estelle finalmente se casó, los recuerdos de su primer amor se mantuvieron vivos en su corazón. Para honrar ese amor, 60 años después publicó un libro basado en la correspondencia de Sidney durante la guerra.
Al igual que esas cartas, el Señor nos ha dejado recordatorios de Su amor, las Escrituras. Él dice: «Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia» (Jeremías 31:3).
«Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor» (Juan 15:9).
La Biblia también nos dice que «Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella» (Efesios 5:25).
«[Jesús] se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos» (Tito 2:14).
«Dios es amor» (1 Juan 4:8).
Lee la Palabra de Dios a menudo, y recuerda que Jesús te ama y murió por ti.
Nada puede compararse con el amor de Dios.

LA PINTURA DEL HIJO

Un hombre rico y su hijo tenían gran pasión por el arte. Tenían de todo en su colección; desde Rafael hasta Picasso. Muy a menudo, se sentaban juntos a admirar las grandes obras de arte, desgraciadamente, el hijo fue a la guerra.
Fue muy valiente y murió en la batalla mientras rescataba a otro soldado.
El padre recibió la noticia y sufrió profundamente la muerte de su único hijo. Un mes mas tarde, justo antes de la Navidad, alguien tocó a la puerta.
Un joven con un gran paquete en sus manos dijo al padre: Señor, usted no me conoce, pero yo soy el soldado por quien su hijo dio la vida.
Él salvó muchas vidas ese día, me estaba llevando a un lugar seguro cuando una bala le atravesó el pecho, muriendo así instantáneamente.
Él hablaba muy a menudo de usted y de su amor por el arte. El muchacho extendió los brazos para entregar el paquete: Yo sé que esto no es mucho.
Yo no soy un gran artista, pero creo que a su hijo le hubiera gustado que usted recibiera esto.”
El padre abrió el paquete. Era un retrato de su hijo, pintado por el joven soldado. Él contempló con profunda admiración la manera en que el soldado había capturado la personalidad de su hijo en la pintura.
El padre estaba tan atraído por la expresión de los ojos de su hijo que los suyos propios se arrasaron de lágrimas. Le agradeció al joven soldado y ofreció pagarle por el cuadro.
“Oh no, Señor, yo nunca podría pagarle lo que su hijo hizo por mi. Es un regalo.”
El padre colgó el retrato arriba de la repisa de su chimenea. Cada vez que los visitantes e invitados llegaban a su casa, les mostraba el retrato de su hijo antes de mostrar su famosa galería.
El hombre murió unos meses mas tarde y se anunció una subasta con todas pinturas que poseía. Mucha gente importante e influyente acudió con grandes expectativas de hacerse con un famoso cuadro de la colección. Sobre la plataforma estaba el retrato del hijo.
El subastador golpeó su mazo para dar inicio a la subasta. “Empezaremos los remates con este retrato del hijo, quien ofrece por este retrato?”
Hubo un gran silencio. Entonces una voz del fondo de la habitación grito: “Queremos ver las pinturas famosas, Olvídese de esa”.
Sin embargo el subastador persistió: “Alguien ofrece algo por esta pintura? ¿$100.00? $200.00?”
Otra voz gritó con enojo: “No venimos por esa pintura, Venimos por los VanGoghs, los Rembrandts. Vamos a las ofertas de verdad”.
Pero aun así el subastador continuaba su labor: “El Hijo, El Hijo, Quien se lleva El hijo?”
Finalmente una voz se oyó desde atrás, el viejo jardinero del padre y del hijo. Siendo un hombre muy pobre, era lo único que podía ofrecer.
“Tenemos $10 Quien da $20?”, grito el subastador.”
La multitud se estaba enojando mucho. No querían la pintura de “El Hijo”. Querían las que representaban una valiosa inversión para sus propias colecciones.
El subastador golpeó por fin el mazo: “Va una, van dos, VENDIDA por $10″
Empecemos con la colección, gritó uno”.
El subastador soltó su mazo y dijo: “Lo siento mucho, damas y caballeros, pero la subasta llegó a su final”.
“Pero, y las pinturas?”, dijeron los interesados,
Lo siento, “Contesto el subastador; Cuando me llamaron para conducir esta Subasta, se me dijo de un secreto estipulado en el testamento del dueño.
Yo no tenia permitido revelar esta estipulación hasta este preciso momento. Solamente la pintura de “EL HIJO” seria subastada.
Aquel que la aceptara heredaría absolutamente todas las posesiones de este hombre, incluyendo las famosas pinturas. El hombre que aceptó quedarse con “EL HIJO” se queda con TODO”.
Dios nos ha entregado a su Hijo, quien murió en una cruz hace 2,000 años.
Así como el subastador, su mensaje hoy es:
“EL HIJO, EL HIJO, ¿QUIEN SE LLEVA EL HIJO?” Quien ama al Hijo lo tiene todo. Mateo 6:33, “Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas, se os darán por añadidura.”
Él será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios el Señor le dará el trono de su padre David. Lucas 1:32.
–¿Eres tú, entonces, el Hijo de Dios? –le preguntaron a una voz. –Ustedes mismos lo dicen. Lucas 22:70.
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Juan 1:12.

COMO UN DIAMANTE

Lectura: Salmo 8.
"Y lo coronaste de gloria y de honra" Salmo 8:5
Los astrónomos descubrieron una estrella en el cielo que se ha enfriado y comprimido en un diamante gigante. El diamante en bruto más grande con calidad de gema jamás encontrado en la tierra es el Diamante Cullinan, de más de 3.100 kilates. Entonces, ¿cuántos quilates tiene el diamante cósmico? ¡billones y billones de quilates!
En nuestro mundo, los diamantes son muy apreciados por su rareza, belleza y durabilidad, y a menudo escuchamos decir: «Los diamantes son para siempre». Pero Dios no está fascinado por los diamantes. Para Él, hay algo que es muchísimo más precioso.
Miles de años atrás, David se maravilló ante el gran valor que Dios había dado a los seres humanos: «¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra» (Salmo 8:4-5).
De hecho, Dios nos dio tan grande valor que pagó un costo altísimo para comprar nuestra redención. El precio de compra fue la preciosa sangre de Su Hijo, Jesucristo (1 Pedro 1:18-19).
Si Dios nos da un valor tan elevado, nosotros también debemos dárselo a las personas que ha traído a nuestras vidas. Llevarlas delante del Señor en oración. Pedirle que nos muestre en qué aspectos cada una de ellas es más invalorable que la joya más costosa del universo.
Para Jesús, somos más preciosos que el más costoso de los diamantes.